Toda ciencia es predictiva, la astrología tambien lo es
Bienvenido a
Astrología culta y erudita
Debo manifestar que, personalmente y desde siempre, he pensado que la Astrología es la manifestación física y biológica de los ciclos astrales internos o endógenos y de ahí su posible deducción y predicción de los sucesos que involucran al ser vivo y por lo que nos afecta al ser humano de una forma individual e intransferible. De ahí mi sugerencia e investigación la corrección del Ascendente o la hora de nacimiento biológica de acuerdo con los acontecimientos derivados del Sol y de la Luna, en nuestra vida, de acuerdo a un ciclo medio matemático de los ciclos planetarios de nuestro sistema, como os hablé para el C-60.
La Astrología siempre ha tenido su punto débil, no en la influencia astral en si, sino en cómo se manifiesta en el organismo humano de una manera distinta, individual e intransferible en cada ser. Esa era la pregunta dl millón hasta que se investigó los ciclos biológicos, es decir, nuestro reloj biológico interno, (endógenos) en donde se localiza los ciclos planetarios de nuestro sistema como los llamados ritmos infradianos y sobre todo las luminarias Sol-Luna, ritmos ultradianos. En sintonía con los ciclos exógenos o externos que todos conocemos.
Entonces..
¿Qué es CRONOBIOLOGÍA?
Es la ciencia que estudia los ritmos biológicos, y según los textos de Cronobilogía que se estudia actualmente en las facultades de Medicina y Psicología, se entiende como:
“La ciencia que tiene como objetivo el conocimiento de los procesos temporales periódicos del organismo humano. Tales como, por ejemplo, variaciones en el sistema nervioso, ritmo cardíaco, secreción hormonal, funcionamiento del sistema digestivo etc.”
La CRONOBIOLOGÍA en la antigüedad
El concepto del tiempo y la periodicidad de los fenómenos biológicos en la salud y la enfermedad ocupaban un lugar muy importante en las doctrinas de los médicos de la antigüedad.
Los primeros calendarios egipcios datados hacia el 4200 a. C. incluían recomendaciones relacionados con la salud según diferentes épocas del año, mes, hora del día etc. Posteriormente, esta información fue recogida y ampliada por Hipócrates, Aristóteles y más tarde Galeno.
A lo largo de la historia podemos observar parecidas investigaciones empíricas en diferentes culturas y países.
En la medicina china, por ejemplo, consideran la salud como una serie de oposiciones, que incluyen el día y la noche, el sol y la luna (el yin y el yang). Desde el clásico texto Nei Ching del siglo III a.C. hasta el presente, los médicos chinos dan excepcional importancia a los ritmos biológicos dentro de sus métodos de diagnóstico y tratamiento. Es la ciencia que estudia los ritmos biológicos.
La cronobiología tiene como objetivo el conocimiento de los procesos temporales periódicos del organismo humano. Tales como, por ejemplo, variaciones en el sistema nervioso, ritmo cardíaco, secreción hormonal, funcionamiento del sistema digestivo etc..
¿Dónde está nuestro RELOJ BIOLÓGICO?
La pieza clave del reloj interno se encuentra dentro de un pequeño sitio del cerebro humano. Se llama el NUCLEO SUPRAQUIASMÁTICO (NSQ).
Hace poco más de 30 años se descubrió que la manipulación o desaparición de las 20 000 neuronas que conforman el NSQ altera prácticamente todos los ritmos biológicos del organismo, especialmente los que corresponden a la actividad motora, ingestión de alimentos, temperatura corporal, conducta sexual, ciclo sueño-vigilia y a diversas hormonas
Ritmos CRONOBIOLÓGICOS
Los ritmos más estudiados son aquellos cuyos periodos están comprendidos entre las 0,5 horas y los 2,5 días, entre ellos los que tienen una frecuencia próxima a la diaria, es decir entre 20 y 28 horas. Se llaman ritmos circadianos. La palabra proviene de los términos latinos “circa” y “die”, es decir, alrededor del día.
El ejemplo más evidente del ciclo circadiano es la alternancia entre el sueño y la vigilia con el cambio luz-oscuridad.
En este caso el sincronizador externo más importante es la luz solar, que es capaz de cambiar nuestros ritmos biológicos, ya sean de frecuencia alta (ritmo cardiaco, respiración, actividad eléctrica cerebral,) o frecuencia baja (sueño-vigilia, temperatura, cortisol o procesos metabólicos como por ej. niveles de glucosa e insulina en la sangre).
Sin embargo, también existen otros ritmos de periodo mayor (ritmos infradianos) y menor (ritmos ultradianos), que son de gran interés, menos estudiados, y que se solapan con los circadianos.
La frecuencia de los ritmos infradianos es inferior a la diaria, es decir con un período superior a las 28 horas.
Los ritmos ultradianos tienen una frecuencia superior a la diaria, es decir, un período inferior a las 20 horas.
El SOL o la LUNA?
La función sincronizadora de las neuronas del NSQ sobre otros ritmos biológicos es el ajuste de la armonía de las oscilaciones fisiológicas a las variaciones locales de la rotación terrestre alrededor del Sol.
Otro aspecto importante de cronobiología es la influencia de la fuerza gravitatoria lunar.
Hasta hace poco, las relaciones entre los ciclos lunares y los ritmos circadianos de los seres humanos, eran prácticamente desconocidas.
Gracias a las diversas investigaciones recientes han sido encontrados los vínculos causales entre fases lunares, mareas y bajas y cambios fisiológicos en los sistemas cardiovascular, digestivo, nervioso, vegetativo etc. Estos descubrimientos aportaron importantes datos objetivos sobre los efectos lunares en la vida humana.
“Dado que nuestros cuerpos son alrededor de dos tercios de agua, soportamos los efectos de marea”, escribieron Walter y Abraham Menaker en “American Journal of Obstetrics and Gynecology”.
Hay tres lugares del cuerpo humano donde se encuentra la mayor parte del agua:
- El agua de las células individuales, llamada “intracelular”.
- El agua dentro de los tejidos del cuerpo, llamada “extracelular”.
- Y el agua “intravascular” en la sangre con la composición química más o menos parecida al agua marina.
Cuando se acumulan unos excesos de agua, los resultados pueden ser unas sensaciones de hinchamiento, tensión y depresión. Por ejemplo, los trastornos premenstruales que experimentan muchas mujeres.
Las variaciones de fuerza gravitatoria lunar perturban las funciones vitales normales provocando trastornos emocionales y somáticos tanto en las mujeres como en los hombres.
Paul y Susan Jones en “Lunar association with suicide” describieron las consecuencias fisiológicas y el mecanismo de la influencia lunar sobre el cuerpo humano: “Las personas se componen esencialmente de un 80 % de agua y un 20 % de minerales orgánicos e inorgánicos.
Por lo tanto, las fuerzas gravitacionales de la luna ejercen una influencia similar en la masa de agua del microcosmo humano, que en la masa del agua de la tierra.
Del mismo modo que se produce una marea en las grandes masas de agua, en el cuerpo humano se producen mareas “biológicas”. Las mareas se componen de cambios cíclicos en el flujo de agua entre los comportamientos líquidos del cuerpo tales como intercelulares, extracelulares e intravasculares.
Estos cambios provocan las alteraciones en los procesos electrolíticos (líquidos y sustancias químicas del cuerpo que tienen que ver con las descargas eléctricas de nervios y músculos) y a su vez en los cambios hormonales, neuronales y metabólicos asociados con ellos.”
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