EL FENÓMENO DE LAS 50 SOMBRAS

     Asistimos en los últimos tiempos a todo un fenómeno social consistente en el imparable éxito de la tan traída historia de “Cincuenta sombras de Grey”. Una novela de más que cuestionable argumento y valor literario, y que pese a ello, ha adquirido una difusión y un número de “fans” sin precedentes, sobre todo entre el público femenino. Grupos de Facebook, grupos de debate, clubs de fans entusiastas... Como no podía ser de otra manera ,se ha estrenado hace poco la película, y se forman grandes colas para asistir a su proyección. Colas mayoritariamente de mujeres que, en grupo o solas, un poco como a hurtadillas, se aprestan a ver una historia que no se pueden perder. ¿Por qué? ¿Qué tiene?

     Pues lo más sorprendente de todo es que cuenta la historia de una relación basada en las prácticas BDSM (bondage, disciplina, sumisión, sado-masoquismo). Algo totalmente legítimo, puesto que entendemos que cada pareja es muy dueña de practicar el sexo como mejor le plazca, pero que todos creíamos minoritario. Pues bien, cuando pensábamos que, al menos en el mundo occidental, las mujeres rechazarían mayoritariamente ese tipo de situaciones, resulta que se sienten irresistiblmente atraídas por la historia. Y no tengo ninguna duda de que tanto la autora como todas esas mujeres que la aplauden con fervor, más o menos abiertamente, están dispuestas a luchar por su libertad y sus derechos. Son conscientes de su dignidad y buscan su realización personal. ¿Y entonces... ?

     La autora, Erika Mitchell, ha dicho en sus entevistas que ella no participa en su vida personal de estas prácticas, que ha tenido que documentarse para escribir la novela, y que se ha basado “en sus propias fantasías”. Bien, si es verdad o no que lo practica, es irrelevante pero, ¿por qué esas fantasías? ¿y por qué esas fantasías conectan, al parecer, con las mismas fantasías de millones de mujeres? ¿dónde está el origen de esas fantasías? ¿de esas necesidades?

     Para entenderlo vamos a ver, como representativa, la carta de la propìa autora, Erika Mitchell, que nació en Londres el 7-3-1963. No he podido encontrar la hora de nacimiento. Es carta solar, pero nos sirve perfectamente.

     Una carta muy normalita. Cuando se trata de personajes o asuntos un tanto especiales, los principiantes en astrología esperan ver una carta de algún modo espectacular. Pues no. Es una carta muy normal y habitual. Como la de cualquiera de todas esas mujeres. Vamos a verla.

     Puesto que es una mujer, empecemos por la Luna que se encuentra en Leo. Una posición que indica “inseguridad emocional”. Leo es un signo engañoso. Sabemos de su necesidad de dominio, de llamar la atención, de ser el centro de todas las miradas, y se tiende a creer que ese comportamiento está motivado por un potente ego, avasallador y seguro de sí mismo, cuando en realidad es todo lo contrario. Leo necesita “ver el amor en los ojos de los demás”, o el “yo” se disuelve. Por eso es por lo que adopta esas posiciones un tanto tiránicas respecto a los otros. Es, en realidad, un mecanismo de protección.

     La Luna está unida a Marte. “Competitividad emocional”. Este comportamiento se origina en la infancia a través de la madre, o de quien haya asumido el papel del “reflejo femenino”. ·Una madre “marchosa”, muy activa, que muestra arrojo y valentía ante los desafíos de la vida y que , en mayor o menor medida, muestra incluso rasgos de violencia y agresividad, “no necesariamente física”. Una madre que la impulsa a competir y luchar por todo aquello que ella considera bueno para la niña, y que no tiene siempre por qué coincidir con los deseos de la pequeña. Recordemos que la madre no tiene por qué ser realmente así. Se trata de cómo la cría lo percibe. El caso es que las emociones se viven como una auténtica competición. “Todo cuesta. Debo luchar para conseguir lo que quiero”.

     Y el aspecto más insidioso de todos. La oposición de Venus. Desvalorización de lo femenino. Los aspectos problemáticos entre la Luna y Venus, no suelen tomarse muy en cuenta, por considerar que no son realmente demasiado perjudiciales, (no es como la oposición de Saturno), y sin embargo para una mujer resultan demoledores. Sea o no verdad, la niña percibe a la madre como una mujer hermosa, cuidada, con estilo, siempre preparada, que sabe desenvolverse en cualquier situación y con indudable éxito social. Una joya ante la que es “imposible competir”, ni estar a su altura. “Nunca seré tan buena ni tan guapa como ella”.

     La única forma de solucionar el conflicto es precisamente “renunciar a competir”. Me olvido de siquiera intentarlo. El resultado de esa herida en la psique femenina, suelen ser todas esas mujeres que, en mayor o menor medida, renuncian a cuidar su aspecto. El pelo es corto o recogido en una simple coleta, no se usa apenas maquillaje, van siempre vestidas con lo que llamamos un aspecto “informal”, tratando de pasar desapercibidas, y las cuesta un mundo ponerse un “vestido y arreglarse” ante una situación que así lo requiera. En el fondo nunca “se ven bien”. Son el auténtico arquetipo del “patito feo”. Demoledor para su alma y su autoestima. Competirán con toda su fuerza en el trabajo o en cualquier ámbito social, pero no lo harán como mujeres. Ahí siempre se sienten perdedoras. Además hay un problema añadido. Al negarse a competir, Marte no se resigna y deja de ser un aliado, para revolverse contra la propia Luna, que pasa a ser víctima.

     Evidentemente, a todo este condimento hay que añadirle Neptuno, con su cuadratura a la Luna, exacerbando el romanticismo enfemizo. El sueño con amores y situaciones poco realistas que, en el fondo, “estoy convencida de que nunca serán para mi. Eso sólo pasa en las novelas y las películas”. Pero eso sí, “yo por amor haría cualquier sacrificio”. Vale.

     Y ahora vamos con el Sol, en el que destaca su oposición con Plutón. El Sol es el arquetipo masculino, y en la carta de una mujer representa el tipo de hombre con el que tiende a unirse. Por el que muestra atracción y el tipo de indivíduos que atrae a su vida. Un Sol plutonizado representa a un hombre cuya personalidad es un tanto oscura, llena de recovecos. Aparentemente poderoso y seguro de sí mismo (“justo lo que yo necesitaba”), pero cargado de secretos y que nunca se expresa con claridad. A veces hosco, a veces tierno, representa un enigma irresistible. Una seducción que en ocasiones adivino peligrosa, pero de la que no puedo escapar. En su alma se intuyen grandes heridas (Neptuno ya se ha puesto a bailar de gozo), pero yo puedo salvarlo y curarlo con mi amor.

     Para completar el panorama, además de Plutón y el trígono de Neptuno también tenemos al lado del Sol a Júpiter. ¿Cómo no? Ya puesta, que además sea mega rico e influyente. Que esté dispuesto a concederme cualquier capricho. Que me azoten por amor, sí. Pero no el primer capullo que aparezca con ganas de hacerlo. Azotes... pero con clase.

     En contra de lo que pudiera parecer, Saturno en oposiciòn a la Luna no tiene demasiado que decir en estas conductas, salvo el hecho de aumentar las dificultades para que la Luna se sienta querida. Pero por supuesto su presencia es bienvenida, sobre todo para el mantenimiento del “control” que necesitan este tipo de prácticas. Aquí está prohibido dejarse llevar por la pasión del momento. Tanto el “amo” como la “esclava” deben obligatoriamente atenerse a las claúsulas del “contrato” que especifica lo que se puede y no se puede hacer, y hasta dónde se puede llegar. Lo que aporta un cierto aire de frialdad y cerebralidad muy propia de Saturno.

     Llegados a este punto conviene insistir que esta forma de practicar el sexo es perfectamente legítima, aceptable e incluso totalmente sana cuando a ambos les gusta, están de acuerdo en buscarlo, y puede ser un reforzante de la complicidad y confianza. Por supuesto. Pero también es cierto que puede ser muy perturbadora cuando se acepta como “sacrificio” sólo por complacer a quien pretendo retener a mi lado. Hay una delgada línea que, si se cruza, se vuelve difícil volver atrás, y que irremisiblemente conducirá a la degradación. Recordemos que componentes muy parecidos a estos son los que explican por qué a tantas mujeres les es tan difícil abandonar a su maltratador.

     Bueno, como ya dije antes estamos viendo una carta tipo. Es un simple ejemplo. Pero si lo pensamos, a través de las múltiples variantes y posibilidades astrológicas que podemos encontrar, hay una serie de páutas muy comunes en nuestra sociedad, y que explican el porqué la novela ha podido conectar con un amplio sector de mujeres que, de una una otra forma, llevan en su alma heridas muy parecidas.

     La frustración ante la imposibilidad de competir con los modelos que “mamá sociedad” impone. Nunca podrán tener el pelo, la piel, el cuerpo, las tallas que “mamá sociedad” dice que son los correctos. “¡qué cruel e implacable eres mamá!”.

     Viven vidas anodinas, sedientas de amor en medio de un mundo que las ignora, o eso creen, y del que se ocultan ellas mismas sin apenas darse cuenta. Son multitud los “patitos feos” que no saben de su belleza y su valía. Hay muchas Lunas que pierden su rumbo. De pronto aparece un tipo que les presta toda la atención de la que nunca han disfrutado. Que parece haberse quedado prendado de ellas, cuado pensaban que eran poco aceptables. (¿Qué me dices ahora mamá..?) Un Sol herido y enfermo (éste también tiene su miga, pero será en otra ocasión), que en lugar de iluminar a su Luna, como es su función, se dedica por contra a oscurecerla. Demasiadas veces hay aspectos problemáticos entre Venus y la Luna. Demasiadas veces anda Neptuno enmarañando los significadores del amor. Y claro, tengamos en cuenta que en los libros que leemos, las películas que vemos, en definitiva, en nuestras fantasías... los azotes no dejan marca ni duelen.

Pedro Jiménez Sanmillán

LAUS DEO

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Comentario por Elvira Usón el febrero 22, 2015 a las 11:08pm

No tenia intencion de leer el libro, pero ya me esta picando la curiosidad,  me llamo la atencion cuando vi a chicas de treinta y tantos, cultas, y modernas ????? deborar el libro sin moverse de la tumbona., como si estuvieran enganchadas  con la mas interesante de las novelas. A mi el tema no me motiva en absoluto, pero a lo mejor la rara soy yo.... no lo descarto ¡¡¡   

Comentario por Pepa Sanchis Llacer el febrero 22, 2015 a las 5:03pm

Ana Maria, no se puede comparar la sociedad actual con la de hace 2 milenios.  Existe el contexto.  Antes existía el proverbio: "Pégale todos los días a tu mujer, si tú no sabes por qué, ella sí lo sabe".  Un hombre que pegaba a su mujer hace 1000 años no era violento.  Era lo normal.  Hasta el tierno poeta Virgilio pegaba a sus musas en Roma.  Hoy en día el ambiente general es distinto, y el hombre normal ya no pega a su pareja, sino sólo el violento.  Si siguiéramos tu criterio, sólo serían violentos los que actuaran como Atila y matar a la propia esposa de una paliza no sería un acto de violencia.  No es así.  Vivimos otro contexto y, en este contexto actual, hay un rebrote de sadismo respecto a lo que es normal en nuestros tiempos. 

Comentario por Ana Maria Seghesso el febrero 22, 2015 a las 3:44pm

¡La Luna en Aries hace muy animados los comentarios!

Pepa, estoy al tanto de lo que ocurre en Europa porque vivo en Suiza.

 Mi afirmación de que no percibo demasiada violencia la baso en la argumentación que las guerras antaño se concluían con el incendio de las poblaciones y la ejecución de toda la población masculina, incluidos los niños, las mujeres se transformaban en esclavas. La historia está llena de ejemplos. Se eliminaba completamente al enemigo. Esto no se hace ahora, no existe la destrucción masiva como norma. No seríamos 7.000 millones de personas en este mundo si verdaderamente fuéramos tan belicosos.

 

La violencia en el cine no se aparte de las fórmulas habituales y tiene su buena dosis de humor elemental destinado a complacer al adolescente en perpetua edad del pavo que subsiste en el fondo de muchos espectadores.

 

Comentario por Pedro Jiménez Sanmillán el febrero 22, 2015 a las 2:05pm

Vamos a ver, compañeros, si consigo explicarme, porque todos tenéis vuestra razón, pero lo estamos viendo desde distintos puntos de vista.

Tiene razón Moises cuando habla de Marte-Venus como pulsión sexual. Claro. La excesiva pulsión está ahí, más en el Sol plutonizado, y desde luego en la propia conjunción Marte-Luna, y más aún el Leo. Pero no era eso lo que a mí me interesaba. Si tiene más o menos ganas, o si es más o menos morbosa. Esta persona crea una fantasía, a partir de "sus propias fantasías", y esa fantasía conecta con las fantasías de millones de mujeres en el mundo occidental. Mujeres que (creo yo) en su inmensa mayoría no estarían dispuestas a dejarse atar con el culo en pompa para que las azotaran. Y sin embargo... ¿cómo se come eso..?

Para mi la clave está en la oposición de Venus. El aspecto en apariencia más inofensivo, pero el más demoledor, puesto que es el que crea inseguridad en ellas mismas como mujeres. A partir de que no me creo capaz de dar salida a mi pulsión sexual, es cuando se me convierte en fantasía. Pero como la Luna (la creadora de imágenes) está junto a Marte, son imágenes teñidas de violencia. Por lo que también tiene razón Pepa, al señalar que el problema está en Marte Luna. ("Marte se revuelve contra la Luna"). Si a Marte no le vives y reconoces en ti, Marte te sacude.

Saturno está aquí implicado a través de la represión, con lo que suma un punto más a la incapacidad de dar salida a la pulsión sexual. Pero Saturno como tal, no es el responsable del gusto por los excesos sexuales, sino más bien todo lo contrario. No es Saturno quien inclina hacia las prácticas BDSM.

También estoy de acuerdo con Pepa en que vivimos tiempos un tanto sádicos. Es muy normal en cualquier película, ver con todo lujo de detalles,  como le explota a alguien el ojo por una bala o una cuchillada. Algo que jamás se le hubiese ocurrido intentar describir al bueno del Marqués de Sade, y que para nosotros es normal y cotidiano. El Marqués de Sade se queda en pañales.

Es cierto que en los últimos tiempos con la promoción de la película y el musical... el tema está en todos los medios de comunicación. Pero tegamos en cuenta que hace unos meses, cuando no había ni película ni musical, ni nada parecido, la novela llevaba vendidos más ejemplares (ojo al dato) que toda la serie completa de Harry Potter. Me diréis si no es un auténtico fenómeno social.

Deciros, por último, que aunque las casas reales de la carta hubiesen aportado una mayor riqueza de matices, no eran necesarias para el análisis. Como puede verse yo no he mencionado en ningún momento ninguna casa solar. Mi intención era más analizar un fenómeno social, a través de una carta tipo, que el problema en particular de una determinada señora.

De nuevo os doy las gracias a todos por vuestra participación y aporte.

Un abrazo.

Comentario por Pepa Sanchis Llacer el febrero 22, 2015 a las 1:27pm

Ana María, aparte de la promoción, si un tema cuaja es porque está en la psique colectiva en ese momento.  La configuración dominante en astrología mundial de estos últimos años es la cuadratura Urano-Plutón, que es extremadamente tensa (signos de Fuego y secos), visceral (Plutón) y radical (Urano).  Los noticiarios están inundados de fanáticos degollando a gente o quemándolos vivos.  Y cuanto más lo enseñan, más jóvenes se van con el Daesh, incluso chicas cuyo sueño es pegar tiros y matar a gente.  Muchos no son ni siquiera de familia musulmana.  De los franceses que se han ido y no eran musulmanes, la mayoría eran hijos de padres laicos y del sector de la eneseñanza.  El sadismo sí se ha convertido en una moda.  Quizás en América Latina no se note tanto, pero aquí sí

Comentario por Ana Maria Seghesso el febrero 22, 2015 a las 11:49am

Un análisis muy estimulante.

Es interesante proponer este tipo de reflexión de la película 50 sombras, que se ha verificado a nivel planetario con una promoción costosísima.

 

En el mundo de los negocios editoriales o cinematográficos la primera obligación de un libro que aspira a ser un best seller o de una película que quiere recaudar buenos dividendos, es ser totalmente trivial. La segunda todavía nadie la ha encontrado.

 

Quizás analizar el horóscopo de la autora es limitativo, en estas operaciones comerciales intervienen legiones de especialistas que conocen muy bien cómo se construye una buena venta a nivel de masas. No se trata de un trabajo individual, sino colectivo.

El libro fue cuidadosamente estructurado para cumplir los requisitos necesarios así como la película que fue lanzada en los principales mercados de América y Europa al mismo tiempo. Ingredientes principales sexo y violencia, naturalmente a la vainilla, para no pasar por pornografía.

No estoy segura que nuestros tiempos sean particularmente sádicos, sugeriría una relectura del libro Las 120 jornadas de Sodoma, del Marqués de Sade, al menos es más genuino.

Un saludo

 

 

 

Comentario por Pepa Sanchis Llacer el febrero 22, 2015 a las 11:18am

En este tema también había maltrato físico y psicológico.  Y el sexo como forma de dominio

Comentario por Pepa Sanchis Llacer el febrero 22, 2015 a las 11:13am

No es mi esppecialidad saber si las relaciones sado-masoquistas vienen más de la Luna-Marte o de Venus-Marte.   Me falta experiencia en el tema (lo desconozco completamente).  Pienso que si uno se deja maltratar, es porque tiene patrón de víctima.  No hay verdugo si no hay primero una víctima.  Quizás por ser mujer, pienso que el sexo empieza en la cabeza y es una tendencia de esa persona a aceptar el dolor.  Adjunto algunos temas.  El primero que pongo e sel más fuerte.  Cuando presentó al demanda de separación, el marido la violó y destrozó el piso con una maza.  Lo condenaron a 15 años de cárcel.  La violación me parece el summum del sexo usado como forma de dominio.  Marte está en 7 y la Luna en domicilio de Marte.  Ambos encuadran la 7

Comentario por Elvira Usón el febrero 22, 2015 a las 10:12am

Editar un libro  se compara con parir un hijo, asi que podriamos añadir un plus de informacion conociendo la fecha de tal edicion. Como la desconozco en este momento, solo se me ocurre un comentario acerca del paso de Saturno por el signo de Escorpio. Entro en el signo en Octubre del 2012, y desde la antiguedad Escorpio ha sido vinculado al sexo,  signo donde la regencia nocturana de Marte y  de Plutón rima bien con la pasiones, el paso del Eros al Tanatos. Por eso Saturno puede significar muy bien el sadomasoquismo y las practicas para obtener la satisfacion a traves del dolor y de las practicas sadomasoquistas. Ademas en el caso de la autora, Saturno transitaria su Neptuno natal, activando la cruz en signos fijos que implica a la mayoria de los planetas de su carta en el Eje Acuario-Leo. Sin saber la hora de nacimiento poco mas puedo añadir.

Comentario por MARIA IRMA HERNANDEZ VASQUEZ el febrero 22, 2015 a las 5:16am

vaya, sin ser mojigata, pero si me asombra el tema que ha cobrado tanta fama y sobre todo por parte de las mujeres que tal parece que nos emancipamos todavía de todos aquellos tabús, que aun en mi generación de sesentonas no se nos hubiera ocurrido aceptar y menos publicar, bueno creo que a la mayoría porque en todas las generaciones pasadas siempre han habido mujeres audaces que viven su naturaleza liberal e independiente que les da un afortunado Urano bien aspectado en la personalidad o bien en la casa de la transformación o casa ocho....gracias por compartir

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