Introducción:

La energía de Marte, para la astrología, es como un fuego que arde. Si se lo usa como es debido y en el lugar debido, es maravillosamente útil: nos da luz y calor, abrigo y energía; pero usado fuera del lugar y del momento adecuado, el fuego puede significar desastres.

En sí mismo, el fuego no es ni bueno ni malo. De la misma manera, Marte no es ni bueno ni malo, pero si no se lo sabe usar puede ser muy negativo. Todas las energías naturales son neutras; la energía natural del viento o el Sol, de un átomo o un rio, pueden producir desastres o impedirlo. La energía marciana que se genera, es como un átomo que se puede usar para volarnos a todos o se puede encauzar de forma creativa y productiva.

De la misma manera, la energía agresiva es una energía natural. Marte es el significador astrológico más obvio de la agresividad, y todos nacemos con impulsos agresivos innatos.

En este coloquio de hoy me propongo explorar tanto los aspectos negativos como los positivos de la agresividad, que mal dirigidos terminan en violencia; siempre teniendo en cuenta la carta natal de un individuo, para poderle ayudar a canalizar ésta, de una forma constructiva.

Desarrollo:

La agresividad es un componente innato de nuestra estructura biológica, lo mismo que el impulso sexual es una parte esencial de nuestro equipamiento instintivo de seres humanos. Para la humanidad, el sexo está al servicio de un propósito muy obvio; sin él no estaríamos aquí. Cabe entonces preguntarse por qué la agresividad, que también es parte natural de nuestra herencia biológica, no habría de servir igualmente a un importante propósito evolutivo.

La agresividad no es necesariamente destructiva en modo alguno. Dimana de una tendencia innata, que parece ser característica de toda materia viviente, a crecer y a dominar la vida. Solo cuando esta fuerza vital se ve obstruida en su desarrollo se hace presente junto a ella los ingredientes de cólera, odio, furia y por ende la gran manifestación de la violencia.

Qué es entonces lo que nos da Marte?

Le debemos la voluntad de cultivar o desplegar lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Cuando este deseo de crecer, progresar y avanzar se ve bloqueado (por otras partes de nuestra naturaleza o por la acción de otras personas), se convierte en violencia. Queremos avanzar, hacer algo, ser alguien y de alguna forma nos hacen sentir frustrados si algo o alguien nos lo impiden. La violencia se puede entender como un movimiento bloqueado.

Agresividad sana es, también, el impulso positivo a comprender y dominar el mundo exterior; es una fuerza interior muy profunda que nos proporciona el ímpetu necesario para aprender cosas nuevas. Es la agresividad que hay en nosotros lo que nos da la posibilidad de estudiar una materia, de leer un libro, de responder “SI” o “No”. Los astrólogos creemos que si en nuestra carta natal no estuviera Marte, no seriamos capaces de aprender un idioma nuevo, de preparar con éxito un proyecto complicado o de resolver un problema matemático difícil. Incluso en el lenguaje se refleja esto: atacamos un problema, vencemos una dificultad, nos enfrentamos con un obstáculo, nos dan un diploma que acredita nuestro dominio de una especialidad. Marte lo pone a uno en marcha, en acción, o como lo expreso una vez Dane Rudhyar, “Marte es la fuerza que mueve a germinar a la semilla”. Allí donde Marte esté operando en la carta natal es donde puede ejercitarse esta forma sana de la agresividad.

Hay dos manifestaciones de Marte, una en la mitología Griega y la otra en la Romana. En la mitología Griega se le llama Ares al Dios de la Guerra. Se le conocía con el coraje ciego, la furia asesina y la matanza, por lo tanto su imagen era la de un guerrero torpe. Esto lo convertía para los griegos en un perdedor en los combates y de los cuales salía cojeando, derrotado y humillado. Anda continuamente enredándose en sus propios pies e interponiéndose en su propio camino.

Comparemos ahora la naturaleza del Ares griego con la de su equivalente romano, Marte. Los romanos pensaban que en el Dios Marte había algo más positivo que la mera expresión de una furia ciega, explosiva e indiscriminada. Se le adoraba también como Dios de la agricultura, se le representaba con sus vacas en el campo muy satisfecho. También Dios de la primavera y de la vegetación. Para los romanos, Marte estaba asociado con la fertilidad, con el crecimiento y con el devenir.

Partiendo de este análisis, vemos que Marte se puede manifestar de alguna forma o de ambas. Apliquemos este concepto más directamente en la carta astrológica. Fíjense en que casa y signo tiene cada uno a su Marte, y pregúntese: está actuando como el Ares griego o como el Marte Romano en ese territorio vital?, o quizás alterna una y otra manera, o establece alguna forma de combinación entre ambas?

Veremos de qué forma se disfraza nuestra agresividad o violencia. Uno puede pensar que no es colérico o agresivo, pero tiene tendencia adoptar alguna de las actitudes que enumeraré seguidamente, es posible que esté enmascarando ese sentimiento. Y cuando menos lo espere y las condiciones externas lo permiten, podemos expresar nuestra violencia como lo hace el Dios Ares. Veamos:

v  Un odio frio y silencioso.

v  El espíritu crítico.

v  La auto destructividad.

v  El sarcasmo.

v  La irritación.

v  El resentimiento.

v  Gruñidos.

v  Cavilaciones.

v  El disfrute de la violencia a través de terceros.

v  El sabotaje pasivo.

v  La crueldad.

v  La amargura.

v  En el pesimismo.

v  La oposición irrazonable.

v  El mal humor.

v  El espíritu vengativo.

v  En maldiciones constante para otros o para uno mismo.

Estos son solo unos cuantos, hay un sinfín de formas en que se puede manifestar nuestra agresividad enmascarada y que muchas veces no tenemos consciencia. Y es aquí que entra a jugar un papel importante el psicoastrólogo. Ayudando al consultante a descubrir dónde está su error y donde está su gran potencial de Marte, ayudándole tener una vida mucho más placentera y creativa. Digo creativa, porque ese es lado positivo de Marte, crear con toda nuestra fuerza, no con la fuerza de medir con los demás el poder, sino para elaborar de una forma sana nuestro futuro, proyectos e intereses, sin lastimar al prójimo, a la familia, o la sociedad.

Estas características antes mencionadas y mal canalizadas, son las que hacen que nuestra sociedad de hoy se vea cada día afectada por la violencia. Muchas de las consecuencias son por el stress, la falta de comprensión de nuestra familia, inconformidad laboral, amistades y nuestras relaciones afectivas. El no saber cómo hacer lo que deseamos y querer siempre quedar bien con los demás. En el temor de hacer algo que nos gusta pero que lo reprimimos por miedo al “qué dirán”, ya que de esa forma, tal vez, fuimos educados o nos toco vivir en un lugar donde existe el machismo, un concepto erróneo de amigos, o tener que sobrevivir en la jungla de hoy, que es la comunidad, con sus mitos, supersticiones e idiosincrasia. En la sociedad capitalista existe un problema que no podemos olvidar. En los medios de difusión (televisión, radio, prensa y la internet) existe un bombardeo agresivo del sueño de la vida color de rosa. Esta proyección hace que los jóvenes quieran tener todo de una manera fácil y que su familia y hasta la misma sociedad no les pueden dar, convirtiéndolos en personas frustradas que terminan desencadenando una violencia sin frenos pensando que es la mejor manera de poder obtener las cosas con las que sueñan.

 Existe una infinidad de probabilidades, pero hay una que no quisiera que quedara sin mencionar y es la sobreprotección de la familia en el niño, que bien puede ser por la madre, el padre o el tutor, según el caso, y que terminan ahogando y limitando los impulsos creativos del infante que finalmente se convierten en frustración y como consecuencia en violencia. Esta violencia puede proyectarse en su núcleo familiar, social y en el que un día quisiera crear, llevándolo a un confinamiento socio-cultural, o sea, que por rebeldía, se puede convertir en un, ya conocido, antisocial.

El signo en que se encuentre Marte nos dice algo sobre la forma de hacerse valer, ejemplo:

Marte en los signos de FUEGO nos pone en marcha y da un fuerte deseo de afirmación. Mientras que en los signos de TIERRA puede ser lento para ponerse en marcha, pero una vez que decide afirmarse lo hace de manera determinada y constante. En los signos  AEREOS puede costarle decidir lo que hay que hacer pues necesita encontrar la lógica y saber que dirección coger. Por último en los signos de AGUA, Marte se hace valer de forma más indirecta, más emocional.

 

Breve análisis de Marte en contacto con los planetas personales y transpersonales:

Marte con el Sol:

Ambos planetas son principios masculinos, afirmativos y expresivos. Dará una autoafirmación, una intensificación del principio masculino. Por más tímida, tranquila, pasiva o retraída que pueda parecer una persona, en algún recóndito lugar de si mismo, es fuerte y recia. Si no está en contacto con esta energía de forma creativa, es probable que estas personas se sientan cansadas, alienadas y deprimidas o encuentren maneras sutiles de manipular a los demás para que terminen haciendo lo que él quiere.

 

Marte con la Luna:

Cualquier contacto entre la Luna y Marte se encenderán las emociones. Los aspectos fluidos vivificarán y enardecerán los sentimientos, y los más difíciles harán que las emociones se exalten o se dilaten. También puede indicarnos algún conflicto con la figura femenina. Puede mostrar una dificultad entre ser maternal con los demás  y hacerse valer, y a su vez mostrarse más duro.

 

Marte con Mercurio:

Aquí cualquier aspecto carga de energía la mente. Permite afirmarse y hacer valer su individualidad, dominando su medio, valiéndose de la palabra, el pensamiento y el intelecto.  Intenta dominar y distinguirse mediante la escritura o llevando a cabo cualquier actividad intelectual. También puede indicar una lengua viperina o una mente llena de ideas destructiva o también, alguien que se precipita en decir lo que piensa antes de saber, realmente, que quiere decir; las palabras se escapan antes de que el cerebro pueda organizarlas. También puede indicar algún tipo de conflicto con hermanos, primos, parientes y vecinos.

Marte con Venus:

Por un lado tenemos a Marte (la necesidad de hacer valer la individualidad), y por el otro a Venus (la necesidad de unión y relación). Cuanto más nos acercamos a los demás y más nos mezclamos y comprometemos con ellos (Venus), más amenazada se siente nuestra individualidad, y más debemos luchar por volver a distinguirnos (Marte). Venus, la expresión artística, puede ser la forma de encontrar el propio poder (Marte) o de llegar a distinguirse. También puede ser que una persona encuentre su poder (Marte) mostrándose seductora y valiéndose de su encanto (Venus) como una forma de obtener lo que quiera. Los aspectos entre Marte y Venus pueden acentuar el atractivo sexual.

 

Marte con Júpiter:

Júpiter tiende a expandir todo lo que toca, de esa forma, cuando está en aspecto con Marte puede intensificar la necesidad de hacerse valer y de dominar; nos da la capacidad de expresarnos de una manera fácil que nos hace llegar a los demás y favorece nuestros propios fines. Lo que debemos aprender es la proporción de este entusiasmo, aprender los límites. De esta forma evitamos el obsesionarnos con lo que nos interesa y creernos que tenemos una respuesta para todo y para todos. Lo que creemos en nosotros, puede ser cierto y hermoso, pero con nuestra forma de perseguirlo y de expresarlo, podemos terminar alejando a los demás y destruyendo todo.

 

Marte con Saturno:

Saturno aporta la idea de restricción, limitación. Saturno tiende a decir a Marte: “cálmate y espera un momento; estás seguro?; serás capaz de hacerlo?; que va a decir…” ; siempre termina juzgando, inhibiendo, censurando y rechazando las cosas que Marte sugiere. Esto puede hacernos vacilar a menudo o que actuemos constantemente con mucha cautela. Esta restricción tanto tiempo nos puede hacer perder buenas oportunidades en la vida de podernos auto-afirmar. Esta configuración puede hacer que nos pasemos la vida disculpándonos por existir; ejemplo: “siento tener que pedirle lo que necesito… ya sé que no me corresponde… claro que si no me acepta lo entenderé…”. Si enfrentamos así la vida no llegaremos muy lejos, pues no inspiramos ninguna confianza. Lo bueno sería ponernos en acción, y perder el temor a lo desconocido, ya que cuando comenzamos, Saturno, nos ayuda a mostrar una notable persistencia y así poder canalizar toda la energía marciana. Lo importante es hacernos valer y no frenar.

 

Marte con Urano:

Ambos planetas tienen tendencias individualistas. Marte da una necesidad de expresar algo que sea original o único (Urano). Las personas con estas configuraciones no tienen facilidad para encontrar una salida para su energía creativa, no saben como canalizarla. Ahí es donde está el peligro, pues se acumula una gran cantidad de energía que puede ser explosiva. Esta energía psíquica, que no encuentra una expresión positivas, puede terminar atrayendo, lo que conocemos como “Caos”. Es por eso que las configuraciones disonantes tienen un resultado de lo que llamamos accidentes, o fuertes impulsos agresivos que pueden terminar muy mal. Lo ideal sería revertir esta energía interior para poder entrar en sintonía con el Universo. Convertir esta energía en conexión con nuevas ideas positivas. Esta actitud añade más fuerza o poder a su manera de actuar.

 

Marte con Neptuno:

Marte, aquí, es el deseo de afirmar la individualidad; Neptuno, es quien disuelve los limites para volver a fundirse con la Unidad. Una forma de poder resolver este gran dilema es hacer valer (Marte), pero en bien de otros o en bien de un todo mayor del cual uno sea parte (Neptuno). Esta es una manera para afirmar nuestra identidad, pero al mismo tiempo tener en cuenta también algo que es distinto o mayor que uno mismo, buscando afirmarse como artista, músico, curador, místico, psíquico, poeta, enfermero. En otros casos puede terminar evadiendo su realidad y refugiarse en la droga, o en alguna enfermedad psicosomática, confirmándose al extremo de llegar a confinarse tanto en hospitales como en la cárcel; asumir esta extrema posición es una manera de autoafirmarse y hacerse valer ante los demás. La forma más positiva es convertirse en vehículo a través del cual fluya la inspiración artística y/o espiritual.

 

Marte con Plutón:

Plutón hace aflorar los extremos de cualquier planeta que toque; en este caso lo mejor o peor de lo que puede ofrecer nuestro Marte, depende nuestra postura.  Existe la probabilidad que cada vez que se haga valer también este poniendo en juego a Plutón, esto puede dar origen a una acción encubierta y oculta, en la que el sujeto actúe como un detective o agente secreto. O bien puede usar su voluntad (Marte) con el fin de demoler o transformar (Plutón) aquellas cosas que no le gustan o que quisiera eliminar. Lo ideal sería hacerse valer de su poder para regenerar, de adentro hacia fuera (Plutón), lo que considere que es inservible, arcaico, obsoleto y poder llegar con gran intensidad a otros planos superiores de su psiquis para un mayor crecimiento espiritual. Nunca permita que brote la cólera infantil o provocarla en otra persona, podría ser como un volcán sin control.

Cómo resolver esto?

Ya hablé que el psicoastrólogo juega un papel importante a la hora de interpretar el mapa natal. Pero no podemos olvidar a los terapeutas, psicólogos, sanadores, trabajadores sociales que en muchos países se unen al astrologo para analizar y encontrar vías rápidas de poder ayudar a las personas con estas característica violentas. Para eso, se crean talleres, terapias de grupo, sitios comunitarios de dinamización personal y conferencias sobre este tema.

Algunas de las terapias efectivas son:

v  Talleres de pintura, alfarería, artesanía. Todo aquello que el individuo pueda de forma creativa expresar su agresividad y reflejar su enojo.

v  También se les enseña a relajarse, con las técnicas del taichí, yoga y algún deporte. Mediante formas de descarga muscular. A Marte le corresponde los músculos.

v  Una muy efectiva y que se utiliza en más de 800 grupos por todo el planeta es la terapia de la risa. Ésta ayuda a liberar el stress y a sociabilizarse con la comunidad. Fue creada en una escuela Japonesa.

v  La meditación guiada puede ser una terapia de gran utilidad. Ayuda en la relajación mental y también elimina el stress.

La psicopatología de la agresividad:

Me gustaría que quedara claro lo que sucede si no somos capaces de llegar a un acuerdo con nuestros propios impulsos agresivos. En rasgos generales, esto tiene tres repercusiones:

  1. Reprimimos nuestra agresividad y la volcamos hacia dentro, contra nosotros mismos. Trae como consecuencia problemas serios en el hígado, estómago y puede hasta crear tumores. Es lo que conocemos como somatización.
  2. Expresamos la agresividad de manera explosiva, violenta e infantil.
  3. Ignoramos nuestra agresividad y se la atribuimos a otros. Cuando alguien es paranoide, niega su hostilidad y se la atribuye a los que le rodean.

 

Conclusión:

 

Si llegamos a negar nuestro propio Marte porque nos da miedo sus aspectos más negativos, estamos en el peligro de perder el contacto con aquella parte nuestra que quiere crecer hasta convertirse en lo que realmente es. Si negamos, también, a los demás planetas de tipo agresivo, como Urano (lo imprevisto), Neptuno (la transmutación o disolución) y Plutón (la Regeneración, las perdidas), no solo nos deprimimos, enfermamos o nos reprimimos, sino que caeremos en lo peor, que es la pereza que nos llevaría a no hacer nada de nuestra propia vida y permitir aflorar todo lo que sabemos y que podríamos hacer, quedándonos con la culpa de no haber realizado nuestros potenciales.

Quisiera terminar con una cita de uno de los primeros psicólogos humanistas Abrahan Maslow, que resumió así las consecuencias de perder el contacto consigo mismo:

 

“si se niega o se suprime este núcleo esencial de la persona, ésta enferma, a veces de manera obvia, otras de manera sutiles, a veces inmediatamente, otras más tarde. Cada crimen contra nuestra propia naturaleza, queda registrado en el inconsciente y hace que nos despreciemos a nosotros mismos”.

 

Les invito, entonces, a vivir a Marte como el creador y el guerrero por una causa justa, por todos y para todos.

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Comentario por gicela el febrero 15, 2013 a las 11:57pm

Excelente punto de vista, muy acertado =)

Comentario por Leonel Ramon Verdeja Orallo el febrero 15, 2013 a las 12:55am

Gracias a todos ustedes. Me alegra saber que les ha sido útil.

Disculpen que demoro en visitarlos, pero no me es fácil hacerlo.

Un fuerte abrazo desde Cuba,

Leonel… 

Comentario por Cesar Augusto Tiebach el febrero 14, 2013 a las 3:36am

Muy buen aporte.

Comentario por Cesar Augusto Tiebach el febrero 14, 2013 a las 3:36am

Muy bueno .

Comentario por Mª YSABEL el febrero 13, 2013 a las 11:02am

 

      ¡Hola Leonel! Gratamente sorprendida por tu blog. En Marte está, una de las bases de estudio para entender, trabajar y transformar todo el área de "agresiones" y  "malos tratos" que tanto nos está entorpeciendo.

       ¡Muchas Gracias! Un saludo. 

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