MELANIA TRUMP (SRA. TRUMP)

[Pedro Jiménez Sanmillán]

                                MELANIA TRUMP (SRA. TRUMP)

     Mucho se ha escrito ya sobre el nuevo y flamante presidente de los EE.UU. Donald Trump, y muy poco sabemos de su también flamante esposa Melania, lo cual es lógico, puesto que ocupa, al menos en apariencia, un papel totalmente secundario, e incluso meramente decorativo.

     Sin embargo, últimamente se han alzado bastantes voces preocupadas por la vida que esta “pobre mujer” pueda estar llevando al lado de semejante personaje al que todo el mundo considera machista, bravucón, zafio, intolerante, grosero, rudo, maleducado... y otras lindezas por el estilo. “¡Pobre Melania, lo que tendrá que aguantar!”, dicen algunas voces. “Salvemos a Melania”, se plantean otras, que incluso han creado todo un movimiento en internet. Todo ello ,afianzado por unas declaraciones en una conocida revista en la que ella viene a decir algo así como: “tampoco es tan dominante. Cuando quiero bañarme o darme un masaje él no me dice que no lo haga...” Vamos, que no es tan malo, y que no necesita permiso para ir al baño. ¿Qué os creíais?

     Pues nada. Vamos a ver la carta de Melania que nació el 26-4-1970 en Novo Mesto, Eslovenia. (45:48N – 15:10E). No tenemos hora, por lo que es carta solar, y no debemos fijarnos mucho en las cúspides. Lo que nos importa son las posiciones de los planetas.

     Lo primero que llama la atención es la aglomeración de planetas en Tauro, dispositados por Venus, también presente y fuerte en su signo que, junto a la Luna de Capricornio (doy por hecho que está en Capricornio por su físico y porque para estar en Sagitario debería haber nacido muy cerca de la media noche anterior y es poco probable) la hacen una mujer eminentemente práctica. Nada de romanticismos tontorrones. El Sol está junto a Saturno, lo que indica su atracción por hombres mayores, y a ser posible ricos (oposición Júpiter), como es el caso. Bien es cierto que la conjunción Sol-Saturno tiende a limitar la expresión del “yo”, pero tengamos en cuenta que el trígono entre el Sol y la Luna la capacita para saber “lidiar” con el otro sexo y que esto no suponga demasiado problema.

     Plutón está en trígono con Mercurio y Venus. Tanto las idéas como los deseos son profundos, intensos, y al expresarse a través de signos de Tierra da pragmatismo para perseguirlos e imponerlos. Por otro lado, Urano en cuadratura con la Luna y trígono a Marte nos indica que es bastante más impulsiva de lo que parece y que está dispuesta a luchar por lo que quiere. Las “rabietas” y los “prontos” que organice Urano con la Luna y con Marte, expresadas y “aireadas” (por los signos de Aire) cuando está fuera de los focos y las cámaras deben ser de “ordago”. Así pues... ¿qué queréis que os diga? Yo no la veo tan desarmada y desamparada ante su avasallador marido.

     Veamos ahora algo mucho más revelador, para el problema que nos preocupa (estamos muy preocupados), y donde seguramente vamos a llevarnos algunas sorpresas. La sinastría entre ambos.

     Como no tenemos su hora natal, he situado por fuera la carta de ella, suprimiendo las cúspides para que se vea con mayor claridad y nos confundamos menos.

     Los soles y las lunas no están demasido armónicos entre ellos, pero sí lo están los venus, lo que indica ternura y fluidez en los afectos. Además, la Luna de ella entra en casa 5ª de él (¡qué bonito... cuánto amor!) Por otro lado, la Venus de ella en cuadratura con el Marte de él. Esto da atracción inmediata, pero ojo porque es una atracción “atacante”. Nos amamos, sí... pero también nos “pinchamos”, nos atacamos, nos criticamos, competimos... Una relación, cualquier cosa menos aburrida, si te gusta ese tipo de relación.

     Pero a fin de cuentas su vida íntima y sexual no es lo que nos interesa. Fijémonos dónde pone ella su Venus, su planeta dominante, como ya hemos visto. Se dice que alguien tiene “ascendiente” (influencia) sobre otro cuando el primero coloca su Asc sobre el Mc del segundo. De algún modo tiene poder, influencia, dominio... Y lo mismo vale, de alguna manera, cuando se trata del planeta dominante o principal. Y eso es precisamente lo que ocurre con la sra. Trump, respecto al sr. Trump. La Venus de ella le permite a él “presumir” socialmente de la hembra que tiene al lado, pero ojo, que eso tiene un precio en la intimidad en cuanto al valor del “yo”. Abundando en el asunto, fijémonos donde se sitúa el Neptuno de Melania, justo en el BC de Donald. Al igual que el Asc es la expresión del “yo”, la 7ª cómo se relaciona ese “yo” y el Mc el “yo” social, el BC es el “yo esencial”. Lo que verdaderamente se es en el interior. Los “cimientos” que sujetan todo el resto de la carta. ¿Y qué ocurre si ahí se encuentra el disolvente Neptuno del otro? Pues eso precisamente, que se pierde poder. Que de alguna manera el indivíduo se siente vulnerable. Que se cuestiona y se duda, sin saber por qué. Cosas de Neptuno. Otro punto significativo es el Plutón de ella colocado en la casa 1ª de él, y en cuadratura con su Sol y su Luna. La simple presencia de ella, aunque no habra la boca, es suficiente para remover y despertar todos sus miedos, sus fantasmas. Por mucho que a él le veamos desafiante y poderoso. ¡Qué cosas!

     Para acabar quiero señalar la posición del Sol y los otros planetas de la sra. Trump sobre la 9ª del sr. Trump. El Sol sobre la 9ª del otro da brillo a sus idéas. Las impulsa. Pero claro, aquí también está presente Saturno para hacer todo lo contrario. Cohibirlas. Tambien están Mercurio y Venus para aportar idéas y embellecerlas. Hacerlas más atractivas. En definitiva, y uniendo a los cuatro planetas, estructurarlas y darles forma. Estoy convencido que la buena de Melania tiene que tragarse previamente todos los discursos que luego su marido pronunciará en público. (Pero, eso también es amor)

     Bueno, pues tras todo lo anteriormente dicho, volvemos al motivo principal de este artículo. Tranquilizar a todos los que sufren por la sra. Trump. Que nadie se preocupe, porque todo está bien. Como tiene que estar. Estad seguros de que esta chica sabe lo que hace. Es más, tras todo lo expuesto, creo que es legítimo preguntarse: ¿quién domina a quién...? ¿quién come en la mano de quién...? Pues eso. Y es que ya se sabe... “detrás de todo gran hombre...”

Pedro Jiménez Sanmillán.

LAUS DEO