Por que y como decayó la astrología a partir del renacimiento

Cito textualmente la reflesión del investigador reconocido, doctorado en la Sorbona presentó la siguiente Tesis en formato de libro sobre el tema:

 

"Si hojeamos manuales de historia, encontramos con frecuencia la siguiente explicación de la Reforma a principios del siglo XVI había una Iglesia rica, organizada en un potente Estado que actuaba como tal; también el clero y los monjes se ocupaban, en su mayoría, de las cocas temporales;
prosperaba el trafico de las cosas espirituales; Lutero llego para poner fin a
esta situación, a través de una reforma liberal: reconoció al clero el derecho
al matrimonio, abrogo el comercio de las indulgencias y el culto a las imágenes,
redujo al mínimo las formas exteriores del ritual para concentrarse en la experiencia religiosa intima.

Es una explicación que surte efecto por las causas y se contenta con un punto de vista moralizador que, si bien resulta útil en un principio, no resulta por ello menos peligrosa en sus aplicaciones. Por el
contrario, un viento liberal había recorrido la Iglesia durante el Renacimiento

lo que, por el precipicio que se había creado entre la mentalidad moderna del

clero y la moral cristiana, había conducido a. numerosos abusos. Es en aquel

momento cuando intervino Lutero para restablecer la pureza del mensaje

cristiano.

Lejos de manifestarse como un movimiento liberal, la Reforma represento, por el contrario, un movimiento radicalmente conservador en el seno de la

Iglesia, donde había tenido numerosos precursores (de los que bastara citar al predicador Savonarola en Florencia).

La Reforma no pretendía “emancipar” al individuo; al contrario, pretendía restablecer en el mundo un orden cristiano que la Iglesia
católica convertida a sus ojos en una institución temporal era incapaz de man
tener.


Esto explica que los reformadores consideren la Iglesia como una superabundancia que no responde al espíritu del cristianismo y, por un retorno a la Biblia, no pretenden solo rechazar la institución católica, sino también restablecer la pureza original de la comunidad cristiana.

La renovación de las expectativas escatológicas, la iconoclasta, el rechazo de las practicas eclesiásticas
tradicionales, la participación general al culto y la aceptación del matrimonio en el clero como un malum necessarium permitido por san Pablo no son mas que

algunos de los aspectos de la

Reforma. Su reflejo mas importante que, bajo la influencia de Philipp Melanchthon, acabara por manifestarse menos en la Iglesia luterana que en la

de Juan Calvino en Ginebra y en los puritanos de Inglaterra, es el rechazo en bloque de la cultura «pagana» del

Renacimiento, cuyo único sustituto
es el estudio de la Biblia. Para

conseguir este objetivo, las denominaciones protestantes no dudan en desplegar una intolerancia que, al principio, supero ciertamente a la de la IgIesia católica que, tras

la experiencia del Renacimiento, se había vuelto mas indulgente.

Lo que caracteriza la Reforma es que esta, a fuerza de no aceptar ninguna referencia cultural a excepción de la Biblia, renovó una situación de la historia del
cristianismo primitivo correspondiente todavía a una fase naciente: la de una

recta judía que entabla, con extrema reserva, el dialogo con los gentiles.


Lejos de abrogar la Torah,el Antiguo Testamento, la acepta en bloque, dispuesta a anunciar que la vida

del cristiano se situa no bajo el signo de la Ley, sino bajo el de la Gracia. La religión judía,

hallando su originalidad en la reacción contra los cultos cananeos, tiene la

particularidad de ser aniónica y esforzarse por dar un significado histórico a

lo que, en los pueblos vecinos, no eran mas que cultos periódicos de fertilidad.


           Esto explica que uno de los motivos mas importantes de la Reforma consista en extirpar el culto de los ídolos en el seno de la Iglesia. Las
consecuencias de esta iconoclastia son enormes si pensamos en las controversias sobre el arte de la memoria suscitadas por Bruno en Inglaterra: en el fondo, la Reforma llego a producir

una censura radical del imaginario, pues
to que los fantasmas no son otra cosa

que ídolos concebidos por el sentido interno.  
La cultura renacentista era una cultura de lo fantástico. Reconocía un peso inmenso a los fantasmas suscitados por el sentido interno y había

desarrollado hasta el extremo la facultad humana de operar activamente sobre y

con los fantasmas. Había creado toda una dialéctica del Eros, en la que los

fantasmas, que se imponían primero en el sentido interno, acababan por ser

manipulados a voluntad. Creía firmemente en la potencia de los fantasmas, que

se transmitían del aparato fantástico del emisor al del receptor. Creía

igualmente que el sentido interno era el lugar por excelencia de las


manifestaciones de Las fuerzas transnaturales -Los demonios y Los dioses.

       Estableciendo el carácter idolatra, impío de los fantasmas, la Reforma

abolió de un solo golpe la cultura del Renacimiento. Y, puesto que todas las "ciencias" del Renacimiento eran edificios cuyo material de construccion eran


precisamente los fantasmas, tuvieron que sucumbir igualmente bajo el peso de la Reforma."

 

Eros y Magia en el renacimiento por Ioan P.Culianu

 

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