LA ‘TRIPLE MUERTE’ EN EL LIBRO DE BUEN AMOR DEL ARCIPRESTE DE HITA

Extraído de El Rito de la Triple Muerte en la Hispania Céltica de Lucano al Arci..., de Martín Almagro-Gorbea

El rito de la ‘triple muerte’ también aparece en una de las historias narradas en el Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita, hecho que puede resultar sorprendente, pues hasta ahora ha pasado desapercibido.

Esta obra, escrita por Juan Ruiz, Arcipres- te de Hita, entre 1330 y 1343124, recoge estas creencias del imaginario colectivo cas- tellano en su conocida narración titulada Aquí fabla de la constelaçión, et de la pla- neta, en que los omes nasçen, et del juiçio del hora quando sabios naturales dieron en el nasçimiento del fijo del rey Alcarás (coplas 123-154)125

Esta narración se suele interpretar como una historia en la que el Arcipreste pretende justificar su creencia en la astrología y en los horóscopos126, pues defiende la importancia de los designios astrales para conocer el destino de los hombres, por lo que su visión de la vida humana se mueve entre el fatalismo y la libertad. Estas cre- encias se consideraban en su época ciertas y eran aceptadas por la Iglesia127, dentro de una explicación basada en un determinismo naturalista que se ha considerado proce- dente del tratado astrológico de Matfre128, aunque realmente proceden de creencias en la fatalidad del Destino heredadas de la Antigüedad (vid. supra, pp. 13s), si bien el Ar- cipreste considera siempre que los designios astrales estaban sometidos a la superior voluntad de Dios (coplas 140-141)129.

La narración de Juan Ruiz refiere cómo, al nacer el hijo del rey Alcaraz, tras estudiar el signo e la planeta del fijo que l’ nacía (copla 129d), se le vaticinan cinco formas distintas de muerte en juisios desacordados (132a), por lo que no fueron creídos, pero que al final resultaron ciertos, pues los çinco fados dichos todos bien se complieron (138c). Las cinco formas de morir que sufre el príncipe se corresponden exactamente con las que ofrece el rito celta de la triple muerte: apedreado por grani- zo, quemado por un rayo, despeñado al caer de un puente, colgado de un árbol y ahogado en el agua de un río, ya que todas estas circunstancias, incluido el vaticinio no creído, aparecen documentadas en la mitología celta y quedan confirmadas por los restos humanos aparecidos en los pantanos (vid. supra, pp. 11s.).

123. Los antiguos astrólogos dizen en la çiençia de la astrología, una buena sabiençia,

qu’el home cuando nasce, luego en su nascencia, el signo en que nasce le juzgan por sentencia…

129. Era un rey de moros, Alcarás nombre avía: nasçiole un fijo bello, más de aquél non tenía, embió por sus sabios, d’ellos saber querría

el signo e la planeta del fijo que l’ nasçía.

130. Entre los estrelleros que l’ vinieron a ver, vinieron çinco d’ellos de más cumplido saber; desque vieron el punto en que ovo de nasçer, dixo el un maestro: «Apedreado a de ser».

131. Judgó el otro e dixo: «Éste a de ser quemado».

El terçero dise «El niño a de ser despeñado». El quarto dixo «El infante a de ser colgado».

Dixo el quinto maestro: «Morrá en agua afogado»…

134. Cataron día claro para ir a caçar;

desque fueron en el monte, óvose a levantar un rebatado nublo, comenzó a graniçar,

e a poca de hora comenzó de apedrear...

137. Fasiendo la grand piedra el infante aguijó, pasando por la puente un grand rayo le dio, foradose la puente, por allí se despeñó,

en un árbol del río de sus faldas se colgó.

138. Estando ansí colgado a do todos lo vieron,

afogose en el agua; acorrer non lo podieron:

los çinco fados dichos todos bien se complieron, Los sabios naturales verdaderos salieron…

Entre las complejas fuentes del Libro de Buen Amor130, son múltiples las opinio- nes existentes sobre el origen de este cuento del hijo del rey Alcaraz (coplas 123-154), al que vaticinan cinco formas distintas de muerte en juisios desacordados (132a), que no son creídos, pero que al final resultan ciertos, pues los çinco fados dichos to- dos bien se complieron (138c), sin que los distintos especialistas se hayan llegado a poner de acuerdo sobre su origen.

La mayor parte de los estudiosos lo consideran oriental y lo relacionan con la su- posición de que las creencias del Arcipreste en la Astrología proceden de la tradición islámica originaria de Oriente131, como Rodríguez Puértolas132, quien señala cómo «con respecto al libre albedrío, frente al tomismo, el Arcipreste no parece andar en este asun- to muy lejos de ciertas creencias vulgares que no son estrictamente de origen cristiano, sino musulmán», mientras que López Baralt suponía que el Arcipreste tenía un pro- fundo conocimiento de la cultura islámica, pues «nuestro clérigo, por más letrado que fuese, se movería en ambientes populares islamizantes en la España del s. XIV y se dejó influir poderosamente por ellos»133, tesis que ha recogido posteriormente Alkhalifa134.

Dentro de estas posturas, hay autores que han llegado a relacionar esta historia con un cuento egipcio que narra una muerte por un cocodrilo, una serpiente y un pe- rro135, cuento que se ha relacionado con el mito recogido por Diodoro Sículo (I,89,3) de la fundación en el lago Moeris de Cocodrilópolis por el faraón Menes, que a su vez pudo haber influido en la historia de Dulūkā, reina legendaria de Egipto, a cuyo hijo se le vaticinó que moriría por causa de un cocodrilo y un perro136, narraciones que poco tienen que ver con la aquí tratada. También se ha propuesto el influjo de un episodio de Calila e Dimna (124), en que un hombre está a punto de morir ante un lobo en un río, en un puente roto y por desprendimiento de un muro. Igualmente, se ha indicado un origen persa137, pues en Persia se conservaba el mito de la triple muerte y de esa zona procederían las preocupaciones y conocimientos astrológicos llegados a través del mun- do islámico138 y, más en concreto, detalles como ser el protagonista el hijo único de un rey y el vaticinio por tres magos (vid. supra, p. 22).

Sin embargo, también se han señalado otros posibles influjos, pues hay opiniones minoritarias que plantean un origen occidental, como la Anthologia Palatina139 o el epi- grama latino del siglo XII Hermafrodito, de Matthaeus Vindociensis o Mateo de Vendôme (c. 1220-1286)140, que debe considerarse inspirado en el ritual céltico, probablemente originario del ciclo artúrico, pues narra un augurio de una triple muerte, armis…, cruce…, acque, como ya J. B. Crawford observó con acierto141, aunque casi de pasada, sin lle- gar a comprender que se trataba de un interesante ejemplo de ‘triple muerte’.

En efecto, los paralelos más estrechos del relato del fijo del rey Alcarás se hallan en las narraciones celtas señaladas, en especial en las del ciclo artúrico, no sólo en el aspecto descriptivo142, sino en su significado simbólico, pues lo que realmente refleja el mito de la ‘triple muerte’, también en esta historia del fijo del rey Alcarás, es la creencia indoeuropea de que la fatalidad del Destino es inevitable143, como evidencian los mitos celtas.

Dentro de esta interesante problemática, el análisis de conjunto indica que, sin negar los evidentes influjos islámicos en el Arcipreste de Hita, incluyendo sus preocupaciones astrológicas, algunos detalles menores, como ser el único hijo de un rey y el vaticinio por los sabios al nacer, parecen proceder de una versión persa de la ‘triple muerte’144. Tampoco se debe excluir por parte del Arcipreste un posible conoci- miento de la obra de Lucano145, pues la idea esencial de la narración responde al mito celta de la ‘triple muerte’. Pero dentro de esta tradición, la narración del Arci- preste ofrece otros detalles que deben incluirse en la literatura celta tal como se ha señalado. Detalles como morir apedreado por granizo o quemado por un rayo, más que recreaciones del Arcipreste, deben proceder del imaginario popular castellano de origen celta que inspiró este cuento, pues se pueden incluir en la tradición indoeuro- pea de la ‘triple muerte’. La muerte por un golpe en el cráneo se documenta en las per- sonas sacrificadas halladas en turberas y en la tradición ritual eslava y el morir abra- sado por un rayo recuerda el mito irlandés de Diarmuid, al que le cayó una viga ardiendo que procedía del Más Allá, por lo que se puede comparar a un rayo y quizás también a los sacrificios a Taranis de los Commenta Bernensia, en los que se quemaban vivos a víctimas encerradas en una especie de maniquí de madera, como hacían los eslavos con hombres y animales (vid. supra, pp. 11s.). Los restantes tipos de muerte del rela- to del fijo del rey Alcarás narrado por el Arcipreste de Hita ofrecen paralelos seguros de textos míticos celtas de la literatura artúrica y de Merlín y sus precedentes. Así lo evidencian detalles tan similares como caerse del caballo al pasar un puente y que- darse colgado por las ropas sobre el agua del río, en el que finalmente muere ahoga- do. Estos detalles proceden del relato galés de la leyenda de Myrddin Willt y del de Merlín de Roberto de Boron (vid. supra, p. 17), por lo que cabe suponer que esta na- rración llegaría de algún modo a Juan Ruiz.

En consecuencia, el hijo del rey Alcaraz sufre cinco tipos de muerte, todas ellas atestiguadas en el ritual celta, algunas no documentadas en los dos relatos citados de Merlín, lo que indica que la narración del Libro de Buen Amor procede de una fuen- te independiente a las citadas, aunque no se deba excluir un conocimiento directo de un texto artúrico, bien por lecturas146 o por haber oído relatos orales. También forma parrte del mito originario el vaticinio por adelantado de la muerte, como una advertencia que no es creída, para demostrar que el hado se cumple fatalmente147 e igual- mente del ámbito celta parece proceder las alusiones, indirectas, que hay en el cuen- to a los planetas, como las existentes en el presagio de Hildeberto de Le Mans148.

Como conclusión de este análisis, cabe afirmar que el tema de la ‘triple muerte’ en la narración del fijo del rey Alcarás del Libro de Buen Amor procede de la tradición literaria popular celta, extendida por todas las regiones atlánticas de Europa, incluida Hispania, tradición que aparece contaminada y quizás reforzada por un cuento de ori- gen persa llegado, verosímilmente, a través del mundo islámico. Esta clara vinculación con la ‘triple muerte’ de la narración del Arcipreste de Hita debe considerarse una he- rencia de la tradición cultural popular celta desde la Antigüedad149, hecho que ayuda a contextualizar el origen de esta curiosa versión de la ‘triple muerte’ celta recogida en el Libro de Buen Amor. Este origen permite considerar que la narración del fijo del rey Alcarás es otro testimonio más de literatura hispano-celta, que se añade a otros di- versos restos literarios de origen celta conservados en la literatura castellana (vid. in- fra, pp. 37s.), tradición hispano-celta que también explica la presencia del mismo mi- tema en la leyenda popular del martirio de Santa Marina de Aguas Santas y en la tradición de peleles colgados, quemados o ahogados que todavía conserva el folklore español150.

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Comentario por ArturoGMata el diciembre 13, 2013 a las 10:42am

con frecuencia eran voluntarios. Muchos pueblos considerabanun honor la muerte en sacrificio.

Comentario por cristina el diciembre 12, 2013 a las 3:12pm

encantador condenar a una persona a morir tres veces..?? .. horrible para mi.... aunque en estos tiempos si le aplicaria esa pena a narcotraficantes y delincuentes que en nuestra america latina esta plagado.....

Comentario por ArturoGMata el diciembre 10, 2013 a las 7:03pm

Sobre la parte específicamente astrológica no hay mucho más que explicar. El tema del rito celta de la Triple Muerte está más extensamente comentado en el documento original completo:

http://revistas.ucm.es/index.php/ILUR/article/view/39671/38166


Es interesante el artículo de Ana Vázquez Hoys LAS MOMIAS DE LOS PANTANOS:

http://www.bloganavazquez.com/tag/sacrificio-celta/

Comentario por Diego Zonem el diciembre 10, 2013 a las 1:48pm

No comprendo mucho ? Podrian por favor esplicar un poco mas a fondo el tema.

saludos cordiales

Comentario por Wilson Roman el diciembre 10, 2013 a las 1:45am

Muy interesante el aporte estimado Arturo

saludos.

Comentario por Félix el diciembre 9, 2013 a las 8:50pm

    Me parece interesante este artículo que considero que conlleva a otro atisbo mas que agregar  a la influencia que ha venido teniendo la Astrología durante la historia y practicada, no solo por los astrólogos que estaban al servicio de  "la alta alcurnia" . Tambien, en connotaciones tanto místicas como míticas

Comentario por Magalis Rivas Gutiérrez. el diciembre 9, 2013 a las 7:26pm

En verdad, no me parece propio de un buen amor, condenar a una persona a morirse de tres terribles muertes... Pero... ¿ cómo podría una persona morir 3 veces de estas diferentes formas, si con una sóla forma en que mueriese ( ya apredreado con piedras de buen tamaño de granizos, o ahogado o tirado desde un puente de buena altura...), sería más que suficiente para descartar sus otros tipos de muertes ? ¡ Gracias por compartir !

Comentario por Carme O.Rodriguez el diciembre 9, 2013 a las 7:23pm

Una explicación que te hace pensar mucho y que desemboca en cinco resultados en uno.

Magnifico trabajo.

Gracias

Carmen

Comentario por Rafael Lopez el diciembre 9, 2013 a las 5:18pm

  Pues sí...quemado, despeñado y ahogado...como para quedar vivo. Excelente artículo

Comentario por Mario Carbajal el diciembre 9, 2013 a las 3:24pm

Muy Interesante

saludos

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