La historia de la diosa Sol y su hija, la diosa Perséfone.

Sol, era una diosa generosa y cálida, y la diosa Perséfone, una guerrera  asociada con  la guarda y custodia de los secretos del inframundo y la fertilidad.

Ambas diosas en la batalla eran  conocidas por su intensidad y ferocidad en el campo de batalla.

En este relato, Sol(la madre) tiene la claridad e intensidad de una luna en Leo, su hija Perséfone,  la profundidad de captar los sentimientos más oscuros con su luna en Escorpio, esto hace que surja una rivalidad hacia su madre. 

La Luna de Sol, se encuentra en una posición que se cuadra con la Luna en conjunción a Plutón en Escorpio de Perséfone, el planeta asociado con la transformación y el poder, reflejando la intensidad y la pasión que ambas comparten.

Perséfone, con su Marte en Cáncer a 29 grados en la casa 1, en cuadratura a su Júpiter en Aries en su casa X, se convierte en una  guerrera feroz y apasionada, pero también tiene un lado emocional y vulnerable.

Su cuadratura con Júpiter en Aries en la casa X sugiere que su búsqueda de expansión y crecimiento puede estar en conflicto con su necesidad de seguridad emocional y conexión familiar.

La rivalidad entre Sol y Perséfone, refleja una relación tensa y competitiva.

Ambas son poderosas y determinadas, lo que genera un choque constante entre ellas.

La conjunción de la Luna de Perséfone a Plutón, simboliza su intensidad emocional

 Luna y Plutón  tienen una cuadratura aplicativa a su Marte cuando entre por progresión a Leo, que será desde los 6 a los 8 años, esto le proporciona una mayor intensidad por el control hacia su madre Sol, y la lucha por el poder que se caracteriza en esta relación.

Un día, Sol y Perséfone, se encontraron en el campo de batalla, cada una luchando por su propia causa.

 La intensidad de su enfrentamiento fue tal que los cielos se oscurecieron y los cuervos volaron en círculos sobre ellas, graznando su furia.

Perséfone, con su Marte en Cáncer, luchaba con pasión y emoción, pero  Sol, con su sabiduría y experiencia, parecía tener la ventaja.

Sin embargo, Perséfone se negó a rendirse, y su determinación y ferocidad en la batalla la llevaron a ganar terreno.

Finalmente, Sol y Perséfone se enfrentaron en un duelo singular.

 La lucha fue intensa, con ambas guerreras utilizando todas sus habilidades y poderes para ganar.

 Pero en el momento culminante, Perséfone, se dio cuenta de que su verdadera fuerza provenía de su conexión con su madre, y no de su rivalidad.

Sol, al ver la comprensión en los ojos de su hija, también se dio cuenta de que su poder y su intensidad no tenían por qué ser una fuente de conflicto, sino de unión.

 Juntas, las dos diosas pudieron canalizar su energía y pasión hacia un objetivo común, y su relación se transformó en una alianza poderosa.

Nos vemos 

 Francisca Mejias.