Durante el comienzo de los años 30, Neptuno inició su paso por Virgo.
Históricamente fué la aceleración de los nacionalismos y el resultado se visualizó lamentablemente unos años después, con el conflicto generalizado, basado justamente en la consideración de la identidad de una nación diferente y separada de las otras.
Si Neptuno es el valor correspondiente a la integración, queda claro que el tránsito por su exilio (Virgo) puede ser utilizado como referencia de la pérdida de los valores de la integración y su consecuencia.
Durante su paso por el 2011-2012, el astro transita opuesto a esa situación por Piscis; es decir, por su domicilio.
El razonamiento debe ser entonces, que algo que fragmentó a los grupos humanos en una identidad diferente, en este caso los une en un sentido común.
Es interesante razonar que es lo que puede desencadenar una sensación humana tendiente a la unión por encima de las diferencias existentes entre las naciones. El pensamiento de algo que nos concierne a todos, es inevitable.

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