"Stockholm"

de Rodrigo Sorogoyen

 "Stockholm" es la viva imagen de que puede hacerse buen cine en España. Que hay talento y que, bien canalizado, puede dar obras tan notables como esta. ¿Cuál es la sinopsis de "Stockholm? Pues chico conoce a chica en una fiesta y decide pasar la noche con ella. Y ya está. No voy a revelar nada más. De hecho, os animo a que no continuéis leyendo hasta que no la hayáis visto. Avisados quedáis.

Lo que puede parecer un esquema trilladísimo de chico conoce a chica acaba convirtiéndose en un análisis muy lúcido de las juventudes hedonistas que pueblan la ciudad. Él (Javier Pereira) se pone la máscara de chico simpático, espontáneo, gracioso, pagado de sí mismo, y con ella todas sus armas de seductor y ligón empedernido que ha ido perfeccionando con el tiempo. A ella (Aura Garrido) no le gusta esa máscara, pero anhela que alguien la quiera y, qué cojones, el chico es muy gracioso y está bueno. Sabe que puede encontrar algo debajo de la máscara que no le va a gustar, pero él insiste e insiste y ella se deja conquistar por la máscara. Aunque hayan diferentes momentos durante la noche donde ella pueda atisbar qué se esconde detrás de la máscara, como cuando él se encuentra a un tipo que le increpa en el 24 horas, o cuando parece que pierde los papeles después de que ella se largue de su casa. E incluso en el prólogo cuando conversa con su amigo. Aun así, ella necesita cariño y amor. Y cede. Al día siguiente, el chico se ha quitado la máscara. Ya no es ni simpático ni espontáneo ni gracioso ni atento y ella descubre lo que se temía, que debajo la máscara solo hay un capullo. Un capullo especialista en usar y tirar a la gente cuando ya no necesita de "sus servicios". Con lo que no cuenta es que la chica ha pasado por una depresión y que haber jugado con ella le costará caro. Ella descubre que nunca la querrán, que solo es una chica de usar y tirar, y se sentirá mal por ello. Se siente mal porque en el fondo le atrae que la traten de ese modo. No sabemos nada de su pasado, pero podríamos apostar que ya ha pasado por ello y la han herido a menudo. Es un síndrome de Estocolmo en toda regla, pero a escala doméstica; ella desarrolla un fuerte vínculo afectivo con el maltratador, pese a que él la trata fatal.

"Stockholm" son las consecuencias de tratar a las personas como si fueran objetos de usar y tirar; "Stockholm" es el retrato de los ligones nocturnos, muy espontáneos y guays, de esos que parecen que han nacido para ligar, que les gusta disfrutar del placer inmediato a toda costa, inconscientes de la realidad individual de cada persona. Y no les importa mentir y fingir quién no son para conseguirlo. Es de los que hieren con sus actos y les importa un comino las consecuencias. Aquí está interpretado por un chico, pero bien podría haberlo interpretado una chica y hubiésemos tenido el mismo resultado. Y ella es el retrato de esas personas frágiles que necesitan todo lo contrario de lo que les proporcionan estos chicos y que, sin embargo, caen en sus redes y se dejan tentar. Aunque eso suponga sentirse como una mierda al día siguiente. Y, aunque parezca difícil, este papel podría haber sido interpretado por un chico y el resultado volvería a ser el mismo. No tardamos en involucrarnos en el relato porque reconocemos esas personalidades, porque hemos visto o hemos sufrido -o hemos provocado- situaciones como esa. Porque reconocemos en ellos a nuestra amiga a la que siempre le están destrozando el corazón o a ese amigo chulito que parece que se ha criado en una discoteca. O porque quizás nos reconocemos, aunque sea un poquito, a nosotros mismos en uno u otro papel.

Sorogoyen apuesta por estructurar la película en dos partes muy diferenciadas para intensificar ese contraste; no solo los personajes son los que cambian de la noche a la mañana, sino toda la ambientación y el tono general de la obra. Y es un gran acierto. ¿Puntos en contra? Que durante la primera parte los diálogos suenan forzados, que el guion es demasiado autoconsciente de sí mismo y que Pereira está algo limitado y sobreactúa bastante, sobre todo durante la primera parte. Por suerte, Aura Garrido está ahí para hacer un papelón que nada tiene que envidiar al de otras actrices de más renombre.

"Stockholm" es una película muy próxima, que conecta con una realidad que fácilmente hemos visto o experimentado. Se vale de un buen guion para transmitir un tema muy potente, aunque a veces, en boca de los personajes, los diálogos resulten algo forzados. Pero es una película muy recomendable y que se presta a hondas reflexiones.

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De nuevo estamos ante una película cuyo personaje central nos recuerda fácilmente la imagen del Júpiter mujeriego, del Júpiter conquistador de toda mujer que despierta su atención y deseos, que no descansara hasta llevarla a la cama y sin importar lo que tenga que hacer para lograrlo, incluso hasta disfrazarse (enmascararse) de aquello que sea del gusto de la otra persona.

Ella, la protagonista, es otra muy bella mujer, la personificación típica de la diosa Afrodita. Por supuesto que es muy diferente la Venus en Capricornio de esta película, de aquella otra Venus en Sagitario de la película “Un Hermoso Domingo”.

Sin duda las diferencias entre esta película y la anterior se hacen evidentes tras el cambio de signo del planeta Venus. Mientras que en Sagitario Venus ama a Júpiter, ahora en Capricornio lo odia. La ubicación de Venus de nuevo es en la casa ocho, lo que hace a estas dos mujeres estar al borde de la muerte, pero con la diferencia que nuestra Venus en Capricornio tuvo un final más trágico, el mismo que Saturno en Escorpio le marcaba desde el inicio de la película.

Digamos que en esta nueva película se hace más evidente la mala relación por recepción mutua que Júpiter mantiene con Saturno, pues detesta todo aquello que pueda ser un impedimento a su propia libertad. Júpiter tan solo quiere divertirse y pasarla muy bien, de ahí que todo lo que se parezca a un compromiso que le exija seriedad y responsabilidad es controlado y alejado a la brevedad.  

Giovanny Londoño Romero

Santiago de Cali - Colombia, diciembre 18 de 2014.

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Comentario por Giovanni Londoño Romero el diciembre 19, 2014 a las 2:31pm

Isabel gracias por tu comentario.

El soporte de la parte que tu resaltas es la ubicación de Júpiter en Leo, signo donde Saturno es mal visto o mal recibido, por ser su signo de exilio. Independiente de que Saturno pueda ingresar en Sagitario, Júpiter aún estará algunos meses en Leo, lo que entonces tan solo cambia la relación de fuerza y aceptación en una sola dirección. En las efemérides se lee que Saturno ingresa a Sagitario (singo positivo) en horas de día (16:34 en GMT), lo que entonces lo hace ser valorado como un Saturno diurno, lo que por supuesto encaja con su clasificación de planeta masculino y diurno, lo que entonces le da la opción de actuar un poco mejor. En conclusión digamos que Saturno en Sagitario quiere y/o apoya a Júpiter, pero esté último no sabe valorar correctamente tal ayuda. Sería algo así como un rey al que la muerte no quiere afectarlo, pero él todos los días se dedica a desafiarla y tratarla bastante mal.  

Giovanny

Comentario por Maximiliano Varoni el diciembre 19, 2014 a las 3:11am

Interesante , gracias por el aporte.

Comentario por Isabel Mejia el diciembre 19, 2014 a las 2:39am

Hola Giovanny, Hola a todos:   Intereseante esta parte que dice, copio y pego:

Digamos que en esta nueva película se hace más evidente la mala relación por recepción mutua que Júpiter mantiene con Saturno, pues detesta todo aquello que pueda ser un impedimento a su propia libertad. Júpiter tan solo quiere divertirse y pasarla muy bien, de ahí que todo lo que se parezca a un compromiso que le exija seriedad y responsabilidad es controlado y alejado a la brevedad.  

En unos pocos dias tendremos el ingreso de Saturno en Sagitario, el planeta de la restricción, el Señor del Karma, El Gran Maestro, entrando al signo de regencia del Dios del Olimpo, el planeta de la expansión, el planeta de la jovialidad y tambien de los excesos.  No olvidemos que todos los excesos jupiterianos que cometamos, Saturno, se complace en controlar;.

Este, sin duda alguna va a ser un transito interesante, para todos aquellos sagitarianos y más aún, para aquellas personas, paises o entidades con ascendente sagitario, pues Saturno, El Señor del Karma estará visitando, para ellos, la casa del Karma por excelencia, donde navega bastante bien y desde ésta casa,  él actua en cualquiera de las 11 casas restantes de la ecliptica solar, que sean merecedoras de un ajuste o compensacion karmica, pero tambien indsicutiblemente de una retribución Dharmica.

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