Estoy en Facebook desde hace muy poco y me acabo de dar de alta en Astrología Culta y Erudita.  Agradezco a José Luis su invitación y espero aportar contenidos a la lista si el tiempo me lo permite.

Hace años que no estoy en listas de astrología, porque uno se cansa de todo y tengo poco tiempo.  Escribo mucho, ya sea de latín o de astrología (en mi web), y traduzco libros del latín al francés en colaboración con astrólogos franceses.

Al regresar a la "Hispanidad" he visto que la cosa ha evolucionado desde el 2005, pero también he visto cosas chocantes.  Ayer mismo en Facebook me encontré con el anuncio de una lista de astrología de que habían colgado gratis en internet un libro de astrología, sin permiso de su autora.  Les pregunté por ello y me dicen que es legal.  Es más, me invitan a leerme bien la legislación española (descarto que sea una ironía :-)

También he visto que recibían numerosos aplausos por esa iniciativa y todos tan contentos.  Menos la autora supongo. 

Por un lado encuentro chocante que una persona haga gala de "generosidad" con bienes ajenos.  Porque no escriben libros propios y los regalan al colectivo, sino que es el trabajo de los demás lo que regalan.  Así yo también soy generosa: os invito a todos a una cerveza y le cargo la cuenta a otro.

Pero, por otro lado, lo peor del tema es que es suicida.  Así no se difunde más la información, sino que sólo se consigue que el que tenga la información se retraiga y la guarde para sí.

Mi respuesta al señor que me invitó con tanta amabilidad a leerme la legislación española es que yo sé latín, y él no.  Una vez entré en esa página en la que cuelgan libros de otros gratis y uno de los asiduos comentaba que quería leer tal libro y que se lo tradujeran.  Llegó a decir: "Tenemos que buscarnos traductores del latín".  Me alegró el día, porque aún me estoy riendo.  Supongo que aún lo estará buscando.  Y puede seguir así una eternidad. Para ser especialista en un tema se necesitan 10 000 horas.  Para dominar latín y astrología, 20 000.  Y para traducir un manuscrito cortito, un mínimo de 200.  Pero, si bien el tiempo invertido es el mismo para todas las materias, hoy en día hay materias a las que cultiva muy poca gente.  Hay escasez de especialistas en ellas.  Y el latín es una de ésas. De las más escasas diría yo.

Lo cierto es que, gracias al hecho de haber estado estos años colaborando con gente de fuera del colectivo en lengua castellana, he descubierto que existe un mundo distinto, otro nivel de astrología en el que, por medio de los textos antiguos y de los estudios de gente seria (Labouré, Bezza, Edwards etc.), se está recuperando mucha información y numerosas técnicas buenísimas.  Es la astrología con A mayúscula.

En nuestro colectivo, creo que no habrá más de 2 o 3 personas con ese nivel, pero no van a publicar.  Y no publicarán, porque editar un libro de pequeña tirada sale muy caro.  Y si encima de arruinarse, vienen los "generosos" y cuelgan el libro gratis en internet (mientras el autor se queda con una deuda de 6000 euros), pues mejor pasan de publicar.

Es más o menos lo que le contesté al "generoso" que me invitaba a leerme la legislación española: "Vale, dime una sola razón lógica por la que yo tendría que invertir mi tiempo traduciendo para ti".

Mi opinión pues sobre el colectivo astrológico en lengua española, tras esa primera ojeada en mi regreso (que no sé si será largo), es que no va a progresar de ningún modo.  Podrán seguir dando vueltas a lo ya publicado, pero no podrán recuperar material clásico (yo, por ejemplo, estoy traduciendo ahora a Junctino al francés, pero ni de coña lo haré al castellano en vista del panorama), y también se van a acabar las nuevas publicaciones.  ¿Quién va a publicar algo nuevo en estas circunstancias?

La única solución que le veo sería el crowdfunding astrológico.  Es decir, que aquellos que son tan generosos compartiendo el trabajo de los demás se rasquen el bolsillo para financiar nuevos trabajos que entonces sí podrán regalar.  Pero, no sé por qué, va a ser que no lo harán...

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Respuestas a esta discusión

¡Bravo!!!

Hay libros que fueron publicados hace años y que se han descatalogado, y que no se consiguen por ningun lado , ya que son ediciones viejas , posiblemente sus autores ya murieron y la editoriales ya no existen.

me parece interesante que esos libros los tengamos a la mano , gracias a esas personas personas que nos hacen llegar esos libros a traves de internet.

saludos

Pues publicaron varios míos y, aunque el latín sea una lengua muerta, yo aún no estoy en formol.  Es más, hasta hablo y me muevo.  Lo suficiente para que se me pueda pedir permiso y alcance a contestar

Doña Pepa reciba mis saludos.

Es una pena que lo anterior siga sucediendo. Aunque es en apariencia "muy bueno" difundir los libros de astrología al "regalarlos", flaco favor se hace a la astrología en general; pues como bien dices tu, no habrá ningún interés del autor en querer publicar nuevos libros y de hacerlo a lo mejor lo haga en versiones que no logran explayar lo mejor del texto. Me uno a los que estén en contra de tan nefasta práctica.

Giovanny

Doña Pepa 

Debería en este foro publicar el nombre del buen señor y el lugar en la Internet donde publico el libro que tu mencionas. Sería algo así como lo hecho hace algunos años con el caso de la colega Silvia Ceres, donde todos enviamos mensajes a esa web hasta conseguir que bajaran el libro y se disculparan con Silvia. Lo anterior si bien lo recuerdas paso en la lista Ptolomeo.

Giovanny

¡Qué bueno!. Si, si, así es. 

Un abrazo

Vicente Rausell

Buenas tardes Sra. Pepa, usted tiene razon porque el esfuerzo, el tiempo y la inversion de otros es aprovechada por muchos sin costo alguno. Quien querra escribir y editar un libro tan solo por amor al arte sin ver los frutos reales y palpables de su esfuerzo? es realmente injusto..

Acabo de releer otra vez el texto de Pepa con más detenimiento; antes lo había leído en el móvil así por encima. No puedo dejar de estar de acuerdo en todo lo que dice.

Me parece vergonzoso el apelar a "lo legal" como dice la autora del artículo que le dijeron. Por más que uno pueda ejercer un derecho, no es correcto hacerlo de forma abusiva, que es lo que hace toda esta gente. El Derecho debe servir para permitir la convivencia de todos, no para aprovecharse de las leyes para el propio beneficio a costa del trabajo de los demás. Así lo único que se consigue es que, para que una persona obtenga un pequeño beneficio (como es tener un libro sin pagarlo), toda la comunidad perdamos la oportunidad de que buenos profesionales nos ofrezcan libros que a todos nos aprovecharían. Esto es un principio del Derecho básico. No podemos sustituir el Derecho y la Justicia por un uso torticero de la legalidad.

Las palabra de Pepa sobre su traducción al francés de la obra de Junctino me han hecho sentirme avergonzado como español o como hispanohablante. Que una traductora de su nivel, española, tenga que acabar traduciendo al francés para que no le roben su trabajo, nos da idea del nivel cultural y moral que tenemos como sociedad. No valoramos el trabajo de los demás, no somos conscientes del trabajo y el estudio que conlleva escribir o traducir obras de ese nivel. Me siento avergonzado, de verdad. Espero que como sociedad, cambiemos esto en el futuro, porque si no, vamos muy mal. Una sociedad que no reconoce el esfuerzo y el trabajo no puede acabar bien.

Me parece genial la idea del crowdfunding. Creo que además es una técnica muy en consonancia con el próximo período de Aire. Podéis contar conmigo!!!

La situación es peor de lo que te imaginas.  He colaborado hace poco con Denis en un libro sobre las casas.  Traduje la parte del libro 17 de Morin.  La edición ha salido en francés, obviamente.  Cuando me preguntó si podía venderlo aquí, le dije que mejor no lo hiciéramos, salvo que fuera a gente conocida y fiable.  No fuera a acabar colgado gratis en internet.  A mí también me da vergüenza tener que decirle: "No, mira, si te lo pide alguien con nombre hispano, hagamos primero una pequeña investigación sobre la persona.  No se lo vendas hasta que no sepamos quién es".  Un alemán o un inglés podrá comprar esos libros sin problemas, un español, no.  Esos libros no cuestan 90 euros porque haya beneficios (yo no he cobrado de ninguno, ni Denis), sino porque son ediciones caras y muy limitadas.  La investigación se hace en círculos muy pequeños y va dirigida al principio a muy poca gente.

Pepa, lamento lo que te está ocurriendo… Es una vergüenza robar así el trabajo de los demás y espero puedan arreglarse las cosas.
Ya que hablas de Denis Labouré con el que sigo relacionada (sé que trabajas con él) y de Bezza, por si acaso no lo supieras, en la Clé, Danielle Jay nos ha anunciado que falleció Giuseppe el 18 de junio.
Que sigas bien.
Jeanne.

En este caso, no es mi trabajo.  Ya ocurrió en el pasado y actué en consecuencia.  Pero quería plantear el tema al colectivo hispano para tantear el terreno.  No se puede ni siquiera vender los libros que hacemos Denis y yo aquí, mientras no exista un mínimo de seguridad ética.

Tal vez, eso espero, la historia que les quiero compartir sirva para entender lo equivocado de obtener los libros por otros medios que no sean la compra directa, es decir, pagando el costo de su valor por cada uno de ellos. Veamos:

     Hace algunos años, tras la publicación en español del libro de la Verdadera Astrología de John Frawley, texto que ganó el premio Spica libro internacional del año 2001, le escribí a la editorial Sirio una carta donde además de felicitarlos por su labor en pro de la astrología los invitaba a seguir adelante. A mi pregunta sobre la opción de que los otros libros del mencionado autor pudieran ser pasados del inglés al español y publicados, la respuesta que me dieron, la que menos llegue a imaginar, fue la de que comercial y financieramente el proyecto había si un rotundo fracaso. La decisión de la editorial era cancelar toda impresión de material relacionado con la astrología, algo similar a lo realizado por la editorial Urano. La explicación en términos sencillo dice que los astrólogos somos muy malos compradores de libros, luego entonces se impone aquella frase dicha por un colega y amigo de Medellín hace otro tiempo: “fusilamos los libros”. A la frase de mi amigo le agregaría que además de fusilar los libros igual se hace con los autores de los mismos.

     A mi entonces me quedo bastante claro, pues mientras no se compren los libros es muy difícil que las editoriales quieran asumir el riesgo de hacer nuevas ediciones (o bien reeditar los libros de su viejo catálogo) y al final, nos vamos a quedar con la única opción a nuestra disposición: comprar los libros en su idioma original y a unos precios bastante más costosos, pues al precio de compra hay que agregar el valor del flete. Sin duda, es más cómodo y seguro comprar los libros en las librerías de nuestras ciudades.

Giovanny

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