JÚPITER EN LEO - ASTROLOGÍA CABALÍSTICA

     El pasado mes de julio Júpiter entró en el signo de Leo, y transitará por él hasta agosto del 2015. En su mejor versión esta posición implica generosidad, vitalidad, benevolencia, expansión, alegría, fuerza creativa... y en su versión más oscura es ambición, orgullo desmedido, jactancia, egocentrismo, afán de poder y de dominio... y todo ello es cierto desde el punto de vista de una astrología mundana.

     Hay, sin embargo, otra astrología distinta, más elevada o espiritual, que observa el fenómeno desde la Cábala, y que también es astrología.

     Desde esta visión Júpìter regente de Hesed se traslada a Leo-Tiphareth, relacionando ambas sephiras y dejando activo, por tanto, el sendero Nº 20 del árbol cabalístico.

SENDERO Nº 20

Imagen de sendero: El Ermitaño

Arcana: nº 9

Nombre místico: Profeta del Eterno. Mago    de la voz de poder.

Letra hebrea: Yod (mano abierta)

Signo asociado: Virgo

Texto Yetzirático: “El vigésimo sendero es llamado la inteligencia de voluntad porque forma los modelos de todo lo creado y por medio de esta inteligencia es conocida la existencia de la sabiduría primordial”

     La imagen representa un hombre anciano (cargado de experiencias) portando una luz, medio velada por su propio manto, dando a entender que no está interesado en que todos la vean, sino sólo él y los escogidos que puedan seguirle. De entrada, puede resultar un tanto chocante su relación con la idea de expansión que tenemos de Júpiter en Leo, y el retraimiento que desprende el Ermitaño, pero hay que recordar que en su acepción más elevada Júpiter representa La Ley, y que Leo es el signo de la Luz. La imagen nos habla, por tanto, del conocimiento y extricto seguimiento de las leyes superiores, o leyes divinas, y de ahí precisamente su asociación con el signo de Virgo. El signo del sometimiento.

     Pero la humanidad en su conjunto vive como vive, y tiene el grado de evolución y maduración que tiene. Es pues lógico que durante el tiempo que dure el tránsito y el sendero esté activo tiendan a surgir supuestos gurús o líderes espirituales, que intenten hacerse con su propio “rebaño” para mostrarles el “verdadero camino”. Ése que, sobrados de prepotencia jupiteriana, sólo ellos han descubierto, y que también con toda generosidad jupiteriana están prestos a ofrecer a los que consideren aptos, siempre que estén dispuestos a aceptar su indiscutible liderazgo, tal y como Leo y Júpiter lo entienden desde su más pobre versión. Y para los demas... desprecio, dominio y destrucción. Sencillamente no son merecedores.

     A modo de ejemplo, por ahí tenemos uno, mundialmente conocido que ha proclamado un nuevo Califato. Pues sí. Un líder espiritual. Todo lo equivocado y siniestro que se quiera, pero un lider espiritual, al fin y al cabo. Pero no hace falta que sus acciones tengan tanta espectacularidad. El mundo está lleno de supuestos líderes que hacen todo lo posible por convencernos de cómo vivir, cómo vestir, qué comer, cómo divertirnos, a quién votar o a quién amar. Contínuamente. Puede ser un amigo, un familiar o una corporacion, los medios de comunicación o la llamada presión social. Y el problema es que al mismo tiempo que “el sendero” anima su actividad, también a nosotros nos impulsa a seguirles con más facilidad de lo habitual. Estamos más vulnerables a sus ideas y consignas. Ojo a ésto.

     Hay otra forma, evidentemente, de transitar el sendero, mucho más elevada, más correcta, más auténtica y, desde luego, mucho más evolucionada. Que también exige disciplina y sometimiento a las leyes, pero no de las dictadas por ningún supuesto líder con mejor o peor intención, sino de las que encontramos cada uno en nuestro propio interior. Así sí que podemos entender por qué el Ermitaño no tiene demasiado interés en que otros vean su luz. Porque le basta con verla él, y sabe que cada cual tiene la suya, aunque muchos aún no lo hayan descubierto.

     Esas leyes internas que nos impulsan a dar, a compartir, a respetar a los otros y su libertad, a ayudarles en su propio camino, a permitir su desarrollo y su busqueda de la felicidad. En definitiva, las leyes que nos impulsan a amar. Simplemente. Y sólo así será como se manifiesten las mejores virturdes de Júpiter en Leo. La abundancia, la creatividad, la expansión y la alegría.

     Mientras el vigésimo sendero esté activo es el mejor momento para encontrar cada uno a su “Maestro Interior”. Al verdadero. A ése que todo lo sabe aunque nosotros lo hayamos olvidado. No permitas que nadie desde fuera, intente enseñarte lo que sólo está dentro de ti.

Pedro Jiménez Sanmillán

LAUS DEO

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Comentario por MANUELA el agosto 25, 2014 a las 12:09pm

Divino....gracias.....siento que es para mi.................

Comentario por Conchi el agosto 25, 2014 a las 12:02pm

Genial como siempre. Espero que sigas publicando y a ser posible mas a menudo. Una leccion magistral como siempre.

Comentario por Isabel Mejia el agosto 24, 2014 a las 11:23pm

Hola Pedro, gracias por tu articulo.

Me gusto mucho esta frase:

Mientras el vigésimo sendero esté activo es el mejor momento para encontrar cada uno a su “Maestro Interior”. Al verdadero. A ése que todo lo sabe aunque nosotros lo hayamos olvidado. No permitas que nadie desde fuera, intente enseñarte lo que sólo está dentro de ti.

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