LOS CUATRO TEMPERAMENTOS HIPOCRÁTICOS

No hay duda de que el cálculo de los cuatro temperamentos hipocráticos marcó la línea dominante de la astrología clásica en el momento de revisar la carta natal de un individuo. Nuestros maestros del pasado insistían en la importancia de definir el temperamento de la persona justo antes de atreverse a delinear los principales asuntos de su vida.

    Sin la seguridad de cuál era el temperamento dominante, no podrían asegurar el actuar de ninguno de los planetas. Definir el temperamento dominante daba paso a uno u otro planeta asociado con ese temperamento y por ende, se advertía la forma de vida por la que optaría con mayor preferencia aquella persona.

    ¿Usted como estudiante dedicado a la astrología sabe cuál es su temperamento dominante? ¿Es usted colérico, flemático, melancólico o sanguíneo? ¿Cómo cree o imagina que reaccionan cada uno de los cuatro temperamentos frente a la misma situación? ¿Sabe cómo calcular y obtener el temperamento personal?

    En la Internet se puede leer cientos de artículos como el siguiente, donde fácilmente se puede establecer la diferencia entre uno y otro temperamento. Lo que sigue lo he tomado del blog nombrado como El Cerebro Habla:  

    “Se dice que los seres humanos podemos modificar nuestro carácter, pero también se dice que el temperamento es algo que ya está determinado, y esto tiene que ver con la genética, y más específico con nuestro sistema nervioso. Desde hace mucho tiempo se clasificaba a los humanos por temperamentos. Hipócrates hizo la primera clasificación, según la cual los humanos teníamos dentro del cuerpo ciertos líquidos (llamados humores) como lo son la bilis, la bilis negra, la flema y la sangre, cuyo equilibrio determinaba el temperamento de las personas: Por ejemplo, si la flema predominaba, se decía que una persona era flemática, o si bien predominaba la sangre, que era colérica.

    A pesar de los avances de la ciencia, esta teoría hasta cierto punto sigue vigente. No en cuanto a los humores, sino en cuanto a la clasificación de las personas por los temperamentos, lo cual, como mencioné, está determinado por el sistema nervioso y por la influencia endócrina. Los cuatro temperamentos del ser humano son: Sanguíneo, Colérico, Melancólico y Flemático.

Temperamento Sanguíneo:

Los sanguíneos son gente vivaz, alegre, de esos que les encanta ser los reyes de la fiesta. Tienen un sistema nervioso rápido que se caracteriza por la alta sensibilidad, y suelen ser personas muy extrovertidas. A este tipo de personas les encanta la gente y no les gusta la soledad. Su forma de ser los hace aparentar una mayor seguridad de la que en realidad tienen, y suelen tomar decisiones basadas en los sentimientos más que en la reflexión.

    Algunos defectos de los sanguíneos, es que suelen ser gente indisciplinada y tienen la voluntad débil, lo cual puede ocasionar que sean vistos como gente de poca confianza, por ejemplo, en un empleo o a la hora de desempeñarse en la escuela.

    También son muy desorganizados y siempre suelen estar en movimiento, nunca voltean hacia atrás y raras veces miran hacia adelante (ellos buscan vivir el momento).

Temperamento Colérico:

La persona de temperamento colérico tiene un sistema nervioso rápido y desequilibrado. Es rápido, y muy activo en sus decisiones. Este tipo de gente se caracteriza por ser muy independiente. Es extrovertido aunque no tanto como las personas con temperamento sanguíneo.

    El colérico se siente a gusto con las actividades. De hecho siempre tiene que tener la mente ocupada y estar haciendo algo. Adopta posiciones definidas frente a las cuestiones, y se le puede ver organizando marchas contra la injusticia social.

Al colérico no le disgustan las adversidades, por el contrario, tienden a alentarlo. Es determinado y no se rinde ante cualquier obstáculo, el sigue adelante. Demuestra poco aprecio por la música y el arte, y prefiere los valores utilitarios y productivos de la vida.

    Toda profesión que requiera liderazgo, motivación y productividad son ideales para él.

    También tiene sus debilidades. El colérico puede ser profundamente hostil. Su explosividad puede ser muy peligrosa. También suelen ser más insensibles ante los problemas de los demás, no le gustan las lágrimas. Es cruel, cortante y sarcástico.

Temperamento Melancólico:

El melancólico tiene un sistema nervioso débil y una muy alta sensibilidad. Es muy sensible emocionalmente y es introvertido (aunque puede comportarse de manera extrovertida). Se dice que es el temperamento más rico de todos, y generalmente suele tener un nivel de inteligencia más alto que los demás temperamentos. Nadie más disfruta del arte que el melancólico y además es muy perfeccionista.

    El melancólico es analítico, puede adquirir toda una variedad de talentos. El melancólico es muy fiel y por lo tanto muy buen amigo, pero no consigue amigos con facilidad, más bien espera que vengan a él.

    El melancólico es muy crítico, es autodisciplinado, y le gusta entregarse al sacrificio personal. Toda vocación que requiera talento y creatividad es apta para el melancólico, como filosofía, la ciencia, la música, el arte, etc…

    Las debilidades del melancólico es que suele ser muy depresivo. Suele ser más pesimista que la persona promedio, y es raro que una persona melancólica inicie un nuevo proyecto por sí mismo. Es egocéntrico, tiende a compararse con los demás, tiende a ser rencoroso. Tiene cambios de ánimo más marcados, en algún momento puede sentirse casi como un sanguíneo, y en otro momento puede sentirse en una depresión total. También suele ser rígido e intransigente.

    Así como la mayoría de los genios y de los artistas suelen ser melancólicos, también pueden convertirse en seres peligrosos (en caso de que no logren educar sus impulsos) además de que las personas que constituyen este temperamento tienen una expectativa de vida menor que los demás.

Temperamento Flemático:

El flemático tiene un sistema nervioso lento y equilibrado. Es tranquilo, nunca pierde la compostura y nunca se enfada; por lo cual suele ser el temperamento más agradable de todos. Suele ser una persona muy apática, sin muchas dotes de liderazgo (aunque eso no significa que no lo pueda ser).

    El flemático evita comprometerse lo más posible, parece no alterarse nunca, y bajo su personalidad, suele experimentar más emociones que las que demuestra a los demás. No le faltan amigos porque le gustan las personas, tienen un sentido del humor natural y posee una capacidad especial para descubrir el lado humorístico de los demás.

    Es de buen corazón y compasivo, aunque rara vez demuestra sus sentimientos. Procura no involucrarse mucho con las actividades de los demás, pero cuando lo hace, lo puede llegar a hacer con un grado alto de eficacia.

    Los flemáticos pueden ser buenos ingenieros, matemáticos, docentes, dibujantes. Le atraen los cargos en la administración pública, en funciones de gobierno y otros semejantes.

    Las debilidades del flemático es que suele ser lento y ocioso, le falta empuje y ambición. Suele escudarse del dolor, y también puede ser sensible, aunque no tanto como el melancólico. Suele ser muy avaro en la cuestión del dinero. Es muy terco, pero suele pasar su terquedad más desapercibida que otros temperamentos, y también suele ser indeciso y temeroso.

Detalles a considerar:

Si bien, el temperamento es innato a la persona, no quiere decir que este no se pueda educar. Por ejemplo, el colérico puede educar sus arranques de ira para que no sean tan violentos, y el depresivo puede educar sus crisis depresivas.

    Ningún temperamento es más ventajoso que otro, todos los temperamentos tienen sus virtudes y sus defectos. Dependerá de cómo la persona maneje su temperamento para que pueda sacar provecho de él.

    Las personas no tienen un solo temperamento. Más bien se puede decir que tienen un temperamento predominante. Pero puede haber mezclas de temperamentos en las demás personas, por ejemplo: flemático-colérico, o colérico-melancólico”.

Fin del artículo en mención.

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Mi deseo es que este artículo genere en usted la motivación suficiente para decidirse a estudiar e investigar los cuatro temperamentos hipocráticos, pues no está de más recordarle que fue el punto de partida para la delineación de toda carta natal. Sin lo anterior era imposible definir a fondo el comportamiento de todo individuo.

    Un ejemplo de la vida cotidiana hace más claro el comportamiento de cada uno de los cuatro temperamentos: un momento de frustración laboral. La persona ha sido despedida de su trabajo y sin una aparente causa. Veremos la parte negativa de su actuar.

Colérico: exigirá vehementemente hablar con su jefe para que le explique las razones de su despido. Si el tiempo pasa y no le dan respuesta se tornará agresivo. Llegará al extremo de la agresión física si fuese necesario. Se relacionan con el fuego.

Sanguíneo: Se detendrá a pensar sobre lo sucedido. Querrá tener en su mente las ideas claras antes de intentar alguna acción. Buscará notas, documentos y todo lo que pueda usar para validar su convencimiento de un despido totalmente injusto. Se relacionan con el aire.  

Melancólico: Se quedará quieto el mayor tiempo posible. Contemplar la situación y sus opciones frente a lo sucedido es su normal actuar. Lo veremos guardando el mayor silencio que le sea posible. Se relaciona con la tierra.

Flemático: Simple y llanamente romperá en llanto frente a todo lo ocurrido. Sus sentimientos y recuerdos aflorarán al instante. Se relaciona con el agua.    

Los interesados en el tema pueden avanzar mucho en su comprensión haciendo suyas las enseñanzas del Maestro John Frawley, en su obra titulada La Verdadera Astrología. En la página 33 y siguientes leerán el apartado titulado “Astrología Moderna y Tradicional Comparadas: Adolfo Hitler”. Al final de su atenta lectura podrán entender cabalmente las palabras del maestro: “Está muy bien saber que la malvada matará a su abuelita, ¿pero la golpeará hasta matarla en un ataque de cólera o la envenenará lentamente llevada por su curiosidad sanguínea? Solo el conocimiento de su temperamento nos lo dirá”.  

Giovanny Londoño Romero

Santiago de Cali – Colombia, septiembre 13 de 2016

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