LUNA EXALTADA EN TAURO

Acabo de leer en el post de Devarshi, sobre la exaltación de la Luna en Tauro, lo siguiente: “El signo de exaltación para la Luna es Tauro. Para entender porque sucede esto debemos comprender que nuestra mente y emociones están gobernadas por la Luna. El aspecto femenino de nuestra vida y actividades es gobernado por la Luna. Se considera entonces que la Luna es femenina y el Sol es masculino. Mientras el Sol es el padre y el rey, la Luna es la madre y la reina. Por su naturaleza femenina, el signo de Tauro que es fijo y de tierra, es la casa o zona ideal para la emotiva Luna, porque aquí ella se siente cómoda, estable y segura”.

     La verdad, tras lo anterior, me queda una sensación de vacío y no puedo menos que pensar que si lo anterior es todo lo que puede ofrecer o decirse, astrológicamente hablando, sobre lo que justifica la exaltación de la Luna o de cualquier otro planeta, entonces lo mejor es que apaguemos la luz y nos marchemos. No puedo creer que algo como lo anterior sea suficiente para justificarlo, y menos cuando en mi nacimiento la Luna justamente transitaba el signo de Tauro.  

     Por supuesto que deben existir muchas otras explicaciones del por qué la Luna se exalta en Tauro, entre ellas las esotéricas y las espirituales, las comerciales y hasta las melodramáticas, amén de aquellas que son inventadas o que se deben al capricho de muchos otros.  Muchos podrían dar por sentado que el hecho de que la Luna sea fría y humedad (de agua) y que Tauro sea un signo frío y seco (de tierra) es igual de suficiente para justificar y/o entender las razones de la exaltación de la Luna en Tauro. Dicen que la tierra al ser penetrada por el agua se hace más productiva, y que Tauro es un signo apto para que germine la semilla y vengan los frutos y las flores. Digamos que lo anterior es bueno, pero no es suficiente ni correcto para la explicación que se nos exige como astrólogos.  

     Si ninguna de las anteriores razones consiguen acercarnos a la respuesta del Por qué la Luna se exalta en Tauro, ¿dónde entonces yace la verdad?  

     Para llegar a la respuesta tenemos que ubicarnos de nuevo en la Luna, y reconocer en ella todo aquello que se describe como nuestro instinto más básico (casi primitivo) de supervivencia, el mismo que nos obliga a consumir los alimentos para nutrirnos y mantenernos con vida. Así entonces, la Luna es nuestro alimento básico, primario si se quiere. Nos preguntamos: ¿Dónde la Luna puede encontrar y satisfacer lo anterior? La respuesta es en la casa cuatro, la asignada al signo Cáncer, la casa significadora de nuestra familia de origen, de la cual su principal activo es nuestra madre. Dentro del seno de nuestra familia, desde el mismo momento de nuestro nacimiento, encontramos alimentos, cobijo y protección en cantidades suficientes. La Luna en Cáncer (regencia de la Luna) es la significación de que todo está en orden y en su lugar correcto, nada sobra ni nada hace falta. La situación es de domino total. En la casa cuatro nuestra mamá está con sus tetas siempre llenas de leche y muy dispuesta a nutrirnos cada vez que escuche nuestro llanto. La regencia de la Luna en el signo Cáncer, es señal de que el alimento existe en las cantidades suficiente y de buena calidad y de manera gratuita.   

     Cuando el alimento que necesitamos escasea, es insuficiente o simplemente no existe, se declara la emergencia y debemos ir al nuevo lugar. Así entonces, cuando un niño indefenso e incapaz de proveerse por sí mismo su alimento, no tiene una familia que pueda alimentarlo, ese niño pasa a estar bajo la protección y control del Estado, que es representado por la casa diez y Capricornio, el signo del exilio de la Luna. En capricornio la Luna está mal, debilitada e insatisfecha, sencillamente el infante tiene hambre y el alimento es insuficiente y de menor calidad. En Cáncer bastaba con llorar y la teta de mamá nos alimentaba con leche caliente, por el contrario, en Capricornio hay que esperar, el alimento es escaso y frío.

     Ahora bien, ese bebé que nació y que fue alimentado dentro del seno de una familia tendrá que crecer y convertirse en una persona adulta y ya para entonces, tendrá que proveerse por sí mismo su propio alimento. Ya no está mamá para alimentarnos. Ese alimento tenemos que ganarlo: será el producto de un factor determinante conocido con el nombre de dinero. En relación con el dinero tengo dos opciones: que lo tenga en mi poder y sea mío, o bien que lo tenga otra persona. En el primer caso, es claro que al ser dueño de mi propio dinero puedo a mi entero gusto comprar y disfrutar del alimento que bien desee, no necesito pedir permiso o esperar para usarlo. Por el contrario, si el dinero que compra mi alimento está en las manos de otra persona, debo esperar su autorización. Esa otra persona compra mi alimento, lo que es, sin duda, una indicación de mi total dependencia.

     Tras lo anterior, podemos entender que la exaltación es ese “poder” que le es otorgado a la persona para proveerse su propio alimento a partir del uso de sus propios recursos, los mismos que sólo existen dentro de la casa dos, la asignada al signo de Tauro. Pero si debo esperar que otra persona usando su dinero soluciones mis necesidades alimenticias, de nuevo la Luna está en situación de emergencia. El dinero de esa otra persona es asignado a la casa octava, la que es regida por el signo de Escorpión.

     Lo anterior, en su conjunto, es la razón del porqué la Luna se exalta en Tauro y se cae en Escorpio. En resumen podemos apuntar que: en Cáncer el alimento es seguro y abundante, en Capricornio es escaso; en Tauro soy autosuficiente a la hora de alimentarme y en Escorpio soy dependiente de otros.

     Aunque he usado el tema del alimento en exclusiva, la verdad es que el procedimiento es totalmente valido para cualquier otro tema que sea significado por la Luna y donde necesitemos usar su fuerza o su debilidad resultante por estar ubicada en alguno de sus signos importantes.

     En el mismo orden realizado para explicar no sólo la exaltación de la Luna, sino todas sus diferentes opciones de fuerza y debilidad, podemos usarlo para cualquier otro planeta, sea el Sol, Júpiter o Venus, etc.

     Un ejemplo basta de muestra: He nacido con mi Luna exaltada en los 7º de Tauro, en conjunción partil con mi MC. Como resultado de ello, la tal autosuficiencia que genera mi Luna, la observo en mis ganas de mantener mi total autonomía pública y profesional. Desde el año 1992 me radique en la ciudad de Cali, obtuve un empleo de administrador en una de las sedes de la empresa Cherry Brook de Colombia, empleo que terminó en mayo de 1994. Desde ese año y hasta el presente (2014) me he dedicado por completo al estudio, enseñanza y consultoría astrológica. Bajo ninguna condición estoy dispuesto a renunciar a mi total autonomía profesional y al uso del tiempo según mis deseos y necesidades. Me fascina la idea de ser y seguir siendo mi propio y único jefe. Lo que me “alimenta” a nivel profesional y social, es un asunto que en exclusiva me compete a mí y sólo a mí.

Giovanny Londoño Romero

Santiago de Cali – Colombia, mayo 14 de 2014. 

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