"...durante el primer año apareció un animal dotado de razón, procedente del golfo Pérsico que bordeaba Babilonia, cuyo nombre era Oannes. Su cuerpo era parecido al de un pez, pero más abajo de su cabeza de pez había otra análoga a la de un hombre y tenía también pies humanos, aunque unidos en una cola de pez. Voz y lenguaje eran articulados y humanos ... Este ser hablaba con los hombres durante el día, pero no tomaba ningún alimento en su compañía. Les inició en la escritura, en las ciencias y en todas las artes. Les enseño a construir casas, fundar templos, establecer leyes y les explicó los principios de la geometría ..." Este fragmento de relato está citado por Eusebio y se titula "De Chaldaica improbabili historia" referenciando a Beroso (unos de los principales difusores de la Astrología Caldea). Tal vez uno de los argumentos más fuertes en favor del razonamiento que en suma la Astrología no es otra cosa que una ciencia revelada y por tanto en este presente tratamos de recuperar e interpretar fragmentos de una disciplina vestigial. Este mismo Oannes (como annedoto) aparece en un tiempo similar en otras culturas con relatos parecidos. Pasa entonces cerca el indicio que estos seres formarían parte de una cultura desarrollada anterior que en la fase de contacto estaba al final de su ciclo. Rápidamente esto permite entender como el sistema astrológico ya en la ciudad de Ur hace 6000 años contenía una información astronómica tan avanzada.
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