ACHICORIA
Se utilizan raíces, hojas y cabezuelas.
Principios activos: Látex: (Principios amargos- intibina-, lactonas sesquiterpénicas, azúcar -levulosa-, hierro, potasio, magnesio, calcio, radio, fósforo, cloro). Hojas: (ácido chicorésico). Raíz: (inulina, ácido clorogénico, isolorogénico). Flores (glucósido. cicoriína ). Vitaminas: A, C, B1, B2, PP, K.
Acción farmacológica: Los principios amargos le confieren propiedades aperitivas; el ácido chicorésico tiene acción diurética, colerética, ligeramente laxante, y depurativa en su conjunto; la inulina es moderadamente hipotensora, produce bradicardia y se le considera antiarrítmico; los ácidos clorogénico e isoclorogénico son antibióticos. Diurética azotúrica, es decir,produce exceso de urea o de otros compuestos nitrogenados en la orina.
Indicaciones: Anorexia, dispepsias, disquinesia biliar, estreñimiento, hipertensión, oliguria. Está claro que favorece las digestiones al ser tónica, aperitiva, estomacal. Se pueden comer en ensalada las hojas jóvenes que brotan en primavera en el primer año. Antiguamente se la llamó heliotropía, es decir, seguidora del sol, pues al atardecer se arruga y encoge, cerrando sus flores hasta el día siguiente. La tisana obtenido con 25 g de planta por litro de agua es muy beneficiosa para las afecciones hepáticas, y aconsejable lavarse con ella en los casos de acné, ya que armoniza y fortalece la piel ayudando a que desaparezcan los puntos sebáceos. Tomada esta infusión en ayunas antes del desayuno actúa como laxante. Beneficiosa en la diabetes al facilitar la limpieza del hígado. Las hojas de la achicoria se conocen con el nombre de endibias, y son un remedio para las inflamaciones crónicas del estómago e intestinos, siendo recomendable mezclarlas con zanahorias, alcachofas y patatas. Obtenido un caldo de la mezcla anterior puede tomarse regado con limón. La raíz seca y tostada se ha utilizado como sustitutivo del café. Con leche posee buen sabor, y posee los beneficios mencionados.

Elixir floral: En el sistema de Bach el preparado de esta flor se utiliza para el excesivo sentido de posesividad. Útil en las dolencias infantiles en las que subyace el chantaje emocional para reclamar atención. La persona achicoria rara vez vive los síntomas en soledad.