URANO EN CASA VII: Arquetípicamente este planeta tiene como bandera la independencia, no va con el estar sujeto a lo que considere una limitación, una norma, del otro, suele desestabilizar los conven…

[Maria Candelaria]

URANO EN CASA VII:

Arquetípicamente este planeta tiene como bandera la independencia, no va con el estar sujeto a lo que considere una limitación, una norma, del otro, suele desestabilizar los convenios, el matrimonio de manera sorpresiva, incluyéndose el mismo.
Es natural que cuando las personas tienen este señor emplazado en su sector VII se produzcan divorcios, uno, dos, tres, y puede afectarle obviamente, sobremanera si se halla en signo de agua (Escorpio – Cáncer – Piscis) y las razones no importan, pueden ser distintas, pero luego de la novedad, la fraternalidad, con el otro, procede la tan ansiada libertad, el no sabe porque se cansó del otro, y luego intenta con otra relación y se puede pasar la vida en eso.
Por esto es conveniente que intenten la convivencia, pero sin papeles, acordando de ambas partes, poniendo las cosas claras, y luego no tener que pasar por largos procesos burocráticos a fin de obtener la ansiada libertad.
Se realizarán separaciones sorpresivas cuando la propia individualidad se vea amenazada
Si a esto le sumamos que en el caso de un hombre Venus esta en dicha casa en cuadratura con Neptuno en X, entonces la cosa se complica mas, ya que este aspecto seria indicativo de que el hombre va a idolatrar a su pareja y la pondrá en un altar, sin saber que cuanto mas alto lo ponga, mas grande será la caída.
Estas personas se enamoran hasta la médula y Neptuno hace de las suyas, sumergiéndoles en las profundas aguas del encantamiento, teniendo ojos solo para esa persona, colmándola de halagos, rindiéndole pleitesía, bajándole la luna, pero luego de un tiempo, bien sea por transito, por activación de dicha casa u otro factor, dispara la naturaleza de Urano y no hay vuelta de pagina, se repite el mismo esquema.
Cabe destacar también que si Urano esta en cáncer por ejemplo, y se opone a la luna en el ascendente, la propia persona será la que ha de proporcionar la ruptura y el castillo de naipes volará por los aires y si por si fuera poco la luna fuese regente de la casa VIII, esas personas sufrirán lo suyo sin saber que son ellos mismos quienes provocan tales rupturas.