Toda ciencia es predictiva, la astrología tambien lo es
Bienvenido a
Astrología culta y erudita
Por completar los gráficos que han ido poniendo otros colegas, aquí está el gráfico de la hora de salida del tren desde la estación de Chamartín (Madrid), a las 15 horas del 24-7-2013. A la hora de prevenir accidentes por medio de la astrología, de fondo han de usarse las cartas generales (cero aries, natal y solar del que viaja...). Pero obviamente no disponemos a priori de la carta de la hora del accidente, sino solo la de la salida del medio de locomoción (tren, autobús, avión...). No he hecho ningún estudio de esta carta, sólo la pongo por si os interesa. No dudéis en comentarla si lo deseáis. Un saludo.
Fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1465875
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A mi entender, esta es la carta del viaje de tren. En principio, al igual que si se tratara de una persona, no tiene por qué pensarse en un mal destino, pero si en advertir posibilidades trágicas o difíciles si no se toma las prevenciones o precauciones adecuadas en la vida.
Siendo un viaje, el Asc en esencia es el viaje en si, y según una nota periodística, el viaje salió puntualmente a la hora establecida. El o los maquinistas son los líderes o conductores del viaje (el Sol), en ese punto en particular si existe una preocupación, y es la cuadratura del Sol en Leo con Saturno en Escorpio en el Asc (signos fijos) esto bien puede representar un cierto nivel de irresponsabilidad del capitán con su barco durante ese viaje. Si a esto observamos el gran trino con el Asc, entonces el ambiente del viaje en general da como resultado una especie de exceso de confianza en que todo está bien y no hay de qué preocuparse.
Hasta este punto, y desde un plano de la prevención astrológica, sin observar la carta natal del o los maquinistas, es para advertirles a los mismos que durante el viaje no descuiden el comando del vehículo, pero, observando la carta de los maquinistas podríamos ser más puntuales.
A la hora del accidente, Plutón que está situado en la casa 3 del viaje, hace conjunción con el Asc. En cierto modo, todos los sextiles se activan. En cierto modo, es un momento crítico, y como en todos estos eventos es necesario que se sumen tres factores: estar en el sitio inadecuado, estar en el tiempo inadecuado y tener una actitud inadecuada (a 190 km/hora - curva cerrada - momento crítico).
Considero que si es posible prevenir accidentes con técnicas astrológicas, y lo que es más importante, sin buscarle las cinco patas al gato ni realizar complicados cálculos integrales o derivados de las aplicaciones astrológicas.
Saludos.
No es para nada estraño que estando presente Saturno en la hora de salida exista algún retraso, el que existan dos conductores ya se sabe.
Pero creo haber dejado claro que esto no es una horaria normal del tiempo de una persona, sino un "evento", y cambia la manera de interpretar las técnicas horarias, de la misma forma que no se puede interpretar lo mismo un tema femenino y uno masculino aun siendo la técnica del natal aparentemente para todos igual.
Por esto es mas complicado entender como se diferencian estos tiempos, no es lo mismo tiempo de un individuo, que cuando sumamos tiempos de muchos individuos, en un "evento" que los somete al tiempo en este caso de la nave y tiempo de habilidad del que conduce en el momento del desastre.
Respecto a la diferencia creo que en anteriores comentarios ha quedado claro el contraste de mis aportaciones, con las que de forma tan generosa aportó Sergio que son las propias de una horaria de una persona.
Un saludo
Hay dos detalles en este tragico accidente y no quiero ser aguafiestas pero sucedió asi:
primero que el tren salió de Madrid con casi una hora de retraso, la hora exacta no la sé.
segundo que Garzon Amo tomó el relevo en Orense, no conducía desde el principio.
De todas formas se aprende mucho con los comentarios
gracias
albirea
Os comparto un texto donde hacen referencia a los viajes:
NOS VAMOS DE VIAJE
Método tradicional para interpretar la carta horaria de un viaje
Imaginemos que es la Luna llena, al atardecer, el Sol se esconde y da paso a un magnífico espectáculo; la Luna emprende un camino, un viaje nocturno en el que los grupos de estrellas o constelaciones la van acompañando, de modo que cada dos horas cambia de posición de tal manera, cada noche, completa su viaje: Al asomarse por el Este es comparable a aquella persona que sale de su casa y se pone en camino. Al llegar al Mediocielo, es semejante a quien está a la mitad del camino. Cuando desciende y se oculta por el Oeste, se parece al que ha llegado a su punto de destino. Y cuando está en el Fondo del cielo, en la Casa del fin y de las raíces, es como aquél que terminó su viaje y ha regresado a su hogar.
Siguiendo esta comparación, y tomando como referencia el caminar de la Luna, del Sol o de cualquier otro planeta, la astrología horaria tradicional interpreta qué acontecimientos y sucesos hay que esperar que le sucedan al viajero que inicia su andadura en una hora concreta.
De forma que, si al salir de casa hay un planeta fortuna en el Ascendente, los preparativos del viaje serán buenos y afortunados; si la fortuna está en el Medio del Cielo, el viaje empezará a ser bueno y a dar beneficios una vez que ya se haya partido. Si la fortuna está en la Casa VII, la mejor parte del viaje será el punto de destino, mientras que si la fortuna se encuentra en la Casa IV, podremos predecir un feliz regreso al hogar y un buen recuerdo de la aventura.
Pero si el planeta benéfico no se encuentra en dichas Casas, sino que está entre la Casa X y la cúspide de la VIII, quien parte de viaje, encontrará que lo mejor de éste se produce a la mitad del viaje de ida, de tal modo que, cuanto más lejos se encuentre el planeta fortuna de la Casa VII, más lejos de la ciudad o del punto de destino estará el lugar y el momento en el que ocurrirá lo mejor del viaje.
Si la fortuna se encontrase entre la cúspide del Ascendente y la Casa VII, los acontecimientos favorables se producirán durante el viaje de regreso a su casa y exactamente lo mismo diremos si dicho planeta benéfico se encuentra entre la cúspide del Ascendente y la Casa X (como reflejo del cuadrante opuesto), y del mismo modo calcularemos que cuanto más alejada se encuentre la fortuna de la cúspide del Ascendente, más lejos del punto de partida van a producirse los mejores momentos del viaje.
Como todos los asuntos referidos a la astrología horaria y eleccional, la Luna y el regente del Ascendente son muy importantes. La primera por ser significadora de la pregunta o de lo que se inicia en ese momento, y el regente del Ascendente por representar a la persona que hace la pregunta o que inicia el asunto (el viaje en este caso). Por lo tanto, nos conviene evitar que la Luna o el regente del Ascendente se hallen combustos, aunque reciban o formen otros aspectos benéficos. Según la tradición, iniciar un viaje, o preguntar por él en el momento en el que la Luna o el regente del Ascendente se encuentren combustos, es significado de tener un mal viaje, de grandes dificultades y graves incidentes.
Si la Luna, en el momento de la salida, está formando aspecto aplicativo a un planeta retrógrado, quiere decir que el que se quiere marchar impedirá su propia partida, no viajará o se volverá antes de llegar a su punto de destino. Si el planeta retrógrado al que se aplica la Luna es una fortuna, es señal que esa anulación será para bien; pero si la Luna se aplica a una infortuna retrógrada, la anulación será para su mal y le perjudicará. El mal o el bien que hemos enunciado dependerán de la naturaleza del planeta retrógrado, del signo y la Casa en que se halle.
Júpiter, que es la Gran fortuna, nos indicará los beneficios que el viajero alcanzará en la parte del trayecto que corresponda a la Casa que ocupe este planeta y que lo que obtenga se relacionará con el signo ocupado por Júpiter:
Si está en Tauro o en Libra, el beneficio tendrá que ver con mujeres, alegrías, diversiones, amigos y asuntos relacionados con aromas.
Si está en Géminis o en Virgo, tendrá que ver con documentos escritos, asuntos comerciales, con noticias o con cartas de encargo.
Si está en Cáncer, tendrá que ver con asuntos de mensajería o con personas que traen noticias, con juegos de dados, ajedrez....
Si está en Leo, lo que le ocurra de bueno tendrá que ver con la Administración pública, con personajes importantes, con la Hacienda pública, con las finanzas o asuntos de caza.
Si está en Sagitario o en Piscis, lo bueno estará relacionado con la Justicia, con hombres de leyes, asuntos de los hijos o con hombres justos a quienes les importe la equidad.
Si está en Capricornio o en Acuario, lo bueno que le suceda estará relacionado con personas de edad, con cosas antiguas o propias de la tierra.
No se sabe qué tipo de bienes puede obtener quien viaje con Júpiter en Aries o en Escorpio, quizá Marte "queme" estos beneficios.
La posición por Casa de Venus nos indicará en qué parte del viaje va a disfrutar la persona de alegrías, amoríos, música, descanso y diversiones y para precisar más exactamente, relacionaremos a Venus con el regente del signo que ocupe de la misma forma que se ha indicado para el caso de Júpiter.
EL REGENTE DEL ASCENDENTE:
Para conocer el motivo del viaje observaremos atentamente y por este orden los siguientes planetas: 1º: el regente del Ascendente; 2º: el regente de la Casa IX; 3º: la Luna; 4º: el regente de la Parte de la Fortuna. Las Casas en las que estén situados dichos planetas nos informan de la intención del que emprende la marcha.
Si las Casas que ocupan difieren en sus significados, nos inclinaremos por decir lo que la mayoría de ellos indique, teniendo en cuenta su estado cósmico para buscar quién de entre ellos tiene más valor, al cual asignaremos no sólo una importancia como determinante del motivo del viaje, sino como significador del viaje.
Si el regente del Ascendente está afortunado, o si se encuentra en la Casa XI o en la V, es determinante de buen viaje y de un resultado favorable, de modo que los deseos e ilusiones del que se va, se verán satisfechos, sin esfuerzos y con felicidad. Si, además, está en recepción con el planeta regente del signo en el que se encuentra, volverá muy contento, pues obtendrá mucho más de lo que esperaba y se lo pasará mucho mejor.
Si el regente del Ascendente aspecta al planeta que a su vez recibe un aspecto aplicativo de un tercer planeta a quien hemos escogido como "significador del viaje", quiere decir que lo mejor del viaje sucederá a su regreso.
Pero si lo que ocurre es que el regente del Ascendente aspecta al planeta que a su vez está haciendo un aspecto separativo del significador del viaje, quiere decir que lo positivo y los buenos resultados se producen al comienzo y en la primera parte del viaje.
Ahora veamos qué sucede si el regente del Ascendente está dañado o infortunado por otro planeta:
En primer lugar observaremos en qué Casa se sitúa el regente del Ascendente ya que:
Si está en el mismo Ascendente, significa que tendrá problemas y tropiezos físicos.
Si está en la Casa II, tendrá dificultades económicas.
Si está en la III, tendrá problemas con sus hermanos o con sus vecinos.
Si está en la IV, tendrá problemas con los mayores de su familia.
Si está en la V, tendrá tribulaciones con los hijos.
Si está en la VI, se pondrá enfermo y la desgracia recaerá sobre sus empleados y sus animales.
Si está en la VII, tendrá sufrimientos y tristezas por motivos de su pareja, sus socios o sus opositores.
Si está en la VIII, tendrá penas y tristezas por causa de fallecimientos, o pleitos por herencias, y quizás él mismo muera.
Si está en la IX, los problemas puede tenerlos a causa de hombres sabios, o de leyes y costumbres.
Si está en la X, los problemas vendrán por parte de la Administración del Estado.
Si está en la XI, por sus amigos.
Si está en la XII, por enemigos o fieras.
Este mismo razonamiento, pero convirtiéndolo en alegrías y beneficios, haríamos si el regente del Ascendente se encontrase afortunado en cada una de las Casas.
Observaremos de qué Casa procede el mal aspecto; ya que si procede de la Casa X, lo malo que le suceda provendrá de su profesión, de su madre o del Estado (del rey), y así iremos razonando aplicando los significados tradicionales de las Casas. También atenderemos al planeta que daña al regente del Ascendente y comprobaremos qué Casa rige (utilizando las regencias tradicionales) y con la interpretación de esa Casa, completaremos la lectura.
RELACIONES ENTRE EL REGENTE DEL ASCENDENTE Y EL DE LA CASA VII:
Si el regente de la Casa VII es una fortuna y está recibiendo, por medio de un buen aspecto, al regente del Ascendente, razonaremos que la gente de la ciudad a la que va recibirá y acogerá al viajero, que disfrutará con él y le tendrá simpatía y que esto lo hará de buen grado, y de motu propio. Si fuera al contrario, es decir, que es el regente del Ascendente quien esté recibiendo un buen aspecto del regente de la Casa VII, significa que será el viajero quien beneficie a los que encuentre en la ciudad a la que se dirige y que el viajero les ayudará por darles gusto y por lo agradables que le resultarán.
Si entre el regente del Ascendente y el de la Casa VII hay alguna relación, pero no están en recepción (siempre que el regente del Ascendente sea un planeta fortuna y esté apoderado), es señal de que la gente de la ciudad recibirá bien al viajero y le acogerán, aunque lo harán a la fuerza, obligados y no por su propia voluntad.
Si el regente del Ascendente es una infortuna y su relación con el regente de la Casa VII es un aspecto maléfico o están en conjunción, quiere decir que la gente de esa ciudad le recibirá mal, y el tipo de perjuicio que reciba el viajero dependerá de la Casa que ocupe el regente de la Casa VII.
Si el regente del Ascendente es una infortuna y está infortunando al regente de la Casa VII, significa que la gente de la ciudad padecerá desgracias a causa del viajero y, para determinar qué tipo de males les esperan a los habitantes de esa ciudad, atenderemos a la Casa que ocupe el regente del Ascendente y qué fuerza o astrodinas posee esta infortuna.
INICIANDO EL VIAJE: LA CASA XII
Comenzaremos a interpretar los sucesos del viaje a partir de la Casa XII, inicio de la andadura de los planetas, por tanto inicio del viaje y, naturalmente, tal como comienza una cosa, así va su desarrollo:
Si la Luna se encuentra en la Casa XII, o en la Casa VI, el que se marcha de viaje enfermará, sufrirá incidentes y tropiezos provocados por sus propias acciones. Sus asuntos y trabajos tendrán poca repercusión y los proyectos que lleve en mente se verán dificultados por retrasos o negligencias.
Si la cúspide de la Casa XII está en Aries o en Escorpio (regidos por Marte) es de temer que el viajero padezca, en el transcurso de su viaje, una enfermedad caliente, o que se encuentre con ladrones, que pase miedo, que tema por su integridad física, o que se vea envuelto en cualquier asunto relacionado con fieras de cuatro patas o con reptiles.
Si la cúspide de la Casa XII está en Tauro o en Libra (regidos por Venus), el que parte puede esperar beneficios al comienzo de su viaje que vendrán a través de mujeres, o de comidas o bebidas muy apetitosas, de todo tipo de diversiones y, curiosamente, estos beneficios provendrán de parte de personas que son enemigos suyos, o enemigos de su familia, de su partido político o de su religión.
Si la cúspide de la XII estuviese en Géminis o en Virgo tendremos que observar la posición de Mercurio, ya que dependerá de la relación que este planeta tenga con los demás; si forma o recibe aspectos de fortunas, dictaminaremos beneficios y buen viaje. Por el contrario, si Mercurio está en aspecto con Saturno, diremos que el viajero tendrá encuentros con malas personas, forajidos o gente que roba y hace mal por diversión o por capricho. Si estuviese en aspecto con Marte, hay riesgo de encontrarse con cacos o con salteadores de caminos.
Si la cúspide de la Casa XII está en Cáncer, tendrá apoyos y beneficios por medio de personas que sean recaderos, mensajeros, representantes o por personas que, en otras circunstancias, hubiesen sido sus enemigos o rivales o contrarios a su religión o su Ley.
Si la cúspide de la Casa XII está en Leo, el que emprende el camino obtendrá honra, prestigio, gozo, alegría y ganancias a través de asuntos de caza o de adivinanzas, o a través de peticiones que hará a personas que pueden ser los enemigos de su familia o de su partido político.
Si la cúspide de la Casa XII está en Sagitario o en Piscis (regidos por Júpiter), el viaje le reportará ganancias, dinero u honra por parte de hombres que pueden ser opuestos a su familia o a su partido político.
Si, a la hora de partir, la Casa XII tiene su cúspide en Capricornio o en Acuario, nos centraremos en el signo que ocupe Saturno para predecir, ya que si este planeta está en Tauro, Escorpio o Piscis, es de temer que el viajero padezca durante su andadura una enfermedad fría y seca; a menos que Saturno se encuentre en un signo que, por su forma, represente animales salvajes: (Aries, Cáncer, Leo, Capricornio y la última mitad de Sagitario) porque, de ser así, existe el riesgo de que se exponga al ataque de una fiera que le ataquen inesperadamente; mientras que si Saturno está en un signo humano: Géminis, Virgo, Libra, Acuario o en la primera mitad de Sagitario, diremos que estará expuesto al ataque de hombres viles.
LA CASA X:
Esta Casa representa la mitad del viaje (en tiempo y/o en lugar). Si en esta Casa está situada una de las fortunas, podremos afirmar que el que se marcha estará contento y que se cumplirán sus deseos y sus proyectos y que esto se hará patente a la mitad del viaje y/o en un lugar alejado de su punto de destino.
LA CASA IX:
Si el regente de la Casa IX está retrógrado significa dificultades en el viaje, retrasos y larga demora.
Si el regente de la Casa del viaje está combusto, pero apoderado, significa que el viaje se llevará a cabo, pero ocultándolo a alguien o manteniendo cierto secreto acerca del destino. Sin embargo, si el regente de la Casa IX está combusto y tiene pocas astrodinas o está mal aspectado, el viaje se estropeará y quizás el que se marcha tenga accidentes, mala travesía, penas, desgracias y contratiempos en el transcurso del mismo.
Si hubiera un planeta fortuna en la Casa IX, significa cosas favorables, sobre todo en los trayectos que se hagan a pie.
Si el regente de la IX está en signo fijo, el viaje se alargará y no pueden descartarse demoras y grandes retrasos. Si está en signo cardinal, es señal de poca demora y que el viajero regresará pronto. Si está en signo mutable indica que durante el viaje cambiará de opinión y hará otro viaje distinto al que proyectó.
Si la cúspide de la Casa IX está en signo mutable y su regente forma aspecto con otro planeta que esté también en signo mutable y además el regente de este otro signo mutable también forma aspecto al regente de la Casa IX, es señal que este viaje provocará otro viaje y éste, otro y así sucesivamente, especialmente si el regente de la Casa IX está en una Casa sucedente.
Pero si se da esta circunstancia descrita y el regente del Ascendente está en una Casa cadente, lo que quiere decir es que el viajero ya hizo un viaje muy semejante a éste y que en aquél viaje obtuvo tantas satisfacciones, que ha decidido repetir su aventura.
LA CASA VII:
La Casa VII es la significadora del lugar de destino. Como es la que más lejos está del Ascendente, significa el punto más alejado geográficamente al que llegará el viajero, o su punto de destino final, por lo tanto nos indica cómo será recibido en la ciudad a la que pretende llegar.
Si encontramos un planeta fortuna en la Casa VII, significa que el que se marcha de viaje obtendrá honra y buenos resultados en la ciudad a la que se dirige.
Atenderemos especialmente al signo de la Casa VII, ya que: si se trata de un signo fijo y de ascensión lenta, es señal de que el que se marcha se quedará mucho tiempo en la ciudad a la que va. Si es mutable, cambiará de sitio en numerosas ocasiones, dentro del mismo viaje; mientras que si se trata de un signo cardinal, se quedará poco tiempo en la ciudad a la que se encamina, el viaje será corto y regresará pronto.
Si la cúspide de la Casa VII está en un grado que sea dignidad de Júpiter (ya sea por el signo que ocupe dicho grado, o por el término o la faz en la que esté), la gente de la ciudad respetará al viajero, le honrará y creerá en sus palabras. Esta determinación será más firme y contundente en el caso de que Júpiter esté en aspecto con el regente del Ascendente (que es el significador de la persona) desde alguno de los ángulos del regente del Ascendente.
Si Júpiter está en cualquier aspecto con el regente del Ascendente y Júpiter está en algún ángulo de la carta del inicio del viaje, diremos que esos honores y respeto se los rendirán personajes importantes.
Si, en ese mismo caso, Júpiter estuviese en una Casa sucedente (de la carta del viaje), los que le rendirán pleitesía serán personas de nivel social normal; y si está en Casa cadente, la gente que le escuchará y atenderá con respeto será de nivel social inferior.
Si Venus fuese el regente de la Casa VII, la gente del lugar al que se dirige le mirará con simpatía, le recibirá con agrado y alegría y le harán los favores que les pida, especialmente si Venus hace aspecto de trígono con el regente del Ascendente y, dependiendo de si la Casa ocupada por Venus es cardinal, sucedente o cadente, determinaremos el nivel social de la gente que le recibe con hospitalidad y alegría.
Si el regente del término de la Casa VII es una fortuna, significa que el viajero recibirá bienes de personas importantes y de renombre, y que su nivel social y su grado de notoriedad estará de acuerdo con el regente del término.
Si los regentes de la triplicidad de la Casa VII están entrando en un ángulo o en una Casa sucedente, es de esperar que el que está de viaje será ayudado y amparado en la ciudad a la que se dirige por personas buenas, leales y poderosas y que estará a salvo de toda desgracia, especialmente si, tanto el regente del Ascendente como el de la Casa VII no tienen ningún contacto con las infortunas.
Pero si los regentes de la triplicidad de la Casa VII están en Casas cadentes es señal de que el viajero encontrará en la ciudad pocos y malos colaboradores, poca ayuda, poco provecho en su alojamiento y no encontrará a nadie que le ayude a apartarse de sus enemigos o de los peligros.
REGRESANDO A CASA: LA CASA IV
Siempre que encontremos una fortuna en la Casa IV, auguraremos un buen resultado final del viaje, y las características de este final feliz serán las propias de la naturaleza de dicha fortuna.
Otro signo de final feliz es que haya un aspecto entre el regente del signo en el que se encuentra la Luna y una fortuna, y aplicaremos, para determinar a qué tipo de felicidad nos referimos, las normas que se han explicado en la Casa VII, es decir, en qué Casa se encuentran el dispositor de la Luna y la fortuna que lo aspecta y qué estado cósmico y qué otros aspectos reciben.
Si en la Casa IV hubiera algún planeta retrógrado o el regente de la IV está retrogradando, quiere decir que habrá esfuerzos, enredos y retrasos al final del viaje; pero si el planeta presente está directo o si el regente de la Casa IV está directo, diremos lo contrario.
Si el regente de la Casa IV fuera una infortuna, al viajero le sobrevendrán perjuicios e impedimentos al final del viaje, con arreglo a la naturaleza de dicha infortuna, de la Casa en la que se encuentra y de las Casas desde las cuales haya otros planetas formándole aspecto, o del planeta al que aplique dicha infortuna y de entre todos estos, escogeremos como significador del mal al planeta más apoderado por aspectos.
REGLAS QUE NO SE PUEDEN OLVIDAR:
Si no hay ningún planeta retrógrado, todo lo que el planeta signifique por su posición o por la Casa que rige acabará bien, sin esfuerzos ni dificultades. Y juzgaremos esfuerzos, retrasos y dificultades de la Casa que ocupe o que rija un planeta retrógrado.
Allí donde encontremos un planeta oriental al Sol, diremos que los asuntos relacionados con esa Casa serán fáciles y ligeros.
Allí donde veamos un planeta occidental al Sol, tendremos que esperar lentitud, esfuerzo y poco beneficio en los asuntos que se relacionan con la Casa en la que se encuentre.
Los planetas que estén en Casas angulares o sucedentes indican firmeza, estabilidad y bondad en los asuntos relacionados con esa Casa o con la que rigen. Pero los planetas que se encuentran en Casas cadentes dan poco provecho o destruyen las cosas que tienen que ver con la Casa que ocupan o con la que rigen.
Y por último, para afirmar que un viaje será afortunado y se desarrollará sin contratiempos, tendremos que fijarnos en el regente de la Casa IX y comprobar que está bien aspectado y fuerte; o también lo podremos afirmar si hay una fortuna en la Casa IX o en la IV (casa del final el viaje), porque estas son las indicaciones de que el que viaja estará contento, tendrá una buena travesía y un feliz regreso.
Este artículo es una refundición y adaptación ordenada de los capítulos 3, 4, 5 y 6 del Libro III del “Libro conplido en los iudizios de las estrellas”
Bueno como es un viaje, se empieza desde el ascendente, casa I, casa XII, Casa XI, el MC( como la mitad del trayecto) y así hasta llegar hasta el descendente, el lugar del destino del tren y la casa IV como el termino del viaje, o regreso a casa es decir desde el lugar de destino hasta Madrid. Así interpretaban los antiguos la cuestión de viajes.
Perfecto por mi parte también ha sido un placer
un saludo muy cordial
Gracias Templario por tu explicación.
Conozco la teoría de la energía de la vida tengo años estudiándola y me rijo por la astrología medieval (ambos sabemos que el método no es tan transparente como lo describes, hay lagunas por resolver aún) , es por eso que rebato tu hipótesis acerca de entregarse al destino de alguien, somos una red de energía, pienso que al único destino que estamos estregados es al que está escrito para todos, hasta estás palabras que nos parece insignificantes pueden estar moviendo engranajes que ni nos imaginamos.
Quizás estamos diciendo lo mismo es diferentes palabras.
Tal como tu lo describes no es que mi destino depende del barquero es que yo decidí tomar ese barco y eso, perdóname que insista, sale reflejado en los mapas personales de quien decide.
La cuestión sería que pudieramos tomar un caso y ver las diferentes cartas natales, de los pasajeros y del conductor compararla con la del evento y así demostrar concluir. No pierdo la esperanza de hacerlo un día.
Un abrazo.
Sobre como encontrar el tiempo que da la "esencia" si es mas o menos importante en la vida del ser humano, los clásicos nos lo explican claramente:
1º Calculando el almuten del espíritu
2º Mirando los almutenes y planetas colocados en casa XI y XII
3º Si el sol o la luna están en gozo.
4º Si hay alguna estrella benéfica en casa X
5º Posición de Júpiter como significador
Así conocemos el efecto del plano del "alma o esencia" sobre el tiempo de los otros dos planos y estos serán los salvados por la providencia o sea la acción de la esencia de la naturaleza actuando conjuntamente con nuestra esencia y tirando del tiempo hacia la corriente de la vida.
Todo esto condicionado a un buen hilej y a un alcocoden que supere los años donde se produce el evento, puesto que puede ocurrir que uno salga vivo del evento pero herido y muera como consecuencia de la incapacidad de su cuerpo para corregir la heridas, este no contaría como muerto por el evento sino como consecuencia de su imposibilidad de recuperación.
Un saludo
¿El porque este tren y no otro en hora parecida? es porque se ajusta seguramente al significador que domina la hora donde Saturno es lo mas importante, seguramente el conductor es saturnino, y este tren seguramente fue botado o inagurado con saturno dominante, pero lo que activo todo que al ser un "evento", es que el dador del resultado final, como ya comentamos, es la separación de la luna llena precedente fue hacia la cuadratura de Saturno y esto validó y confirmó con mas privilegio un final tan fatalmente desastroso como asi lo indica el animodar del evento.
Un saludo
Estimada Susana, si observamos la naturaleza lo entendemos fácilmente y la observación nos lo explica te pondré un ejemplo:
Imagina que vas por un camino y para llegar a tu casa te encuentras que está cortado por un rio, solo tienes dos opciones:
1º Con tus conocimientos del terreno y habilidad personal construir una balsa y cruzar (destino propio).
2ª Como tienes dudas si tus habilidades son suficientes bajas un poco mas abajo del rio y le pagas al barquero que con sus conocimientos y habilidades por una módica cantidad te pasará el rio (destino asociado).
En la vida de los humanos siempre se nos dan estas opciones la 1ª es tiempo de destino propio ya que solo entran en juego tus habilidades y tus capacidades (tu controlas todo el proceso), en la 2ª sometes tus tiempos a las habilidades y capacidades de otro (el controla parte de tu proceso) por lo tanto el asume casi todo tu destino.
La persona humana como tiene "esencia" esta compuesta de tres planos de conciencia, dos de ellos sometidos íntegramente al tiempo, solo uno de los tres el tiempo no es muy relevante.
Cuando decidieron subir al tren todos los pasajeros sometieron su tiempo al del conductor con su artificio (el tren), solo les quedó el tiempo de la parte mas sutil, la de la esencia, por eso los que se salvan entienden que es ese plano esencial el que los libró y suelen dar gracias a Dios, hasta los no creyentes,
Por esta razón no es relevante la carta de los pasajeros ya que son absorbidos por el tiempo del conductor y de su nave.
Un evento tiene precisamente estas peculiaridades que son hechos que superan los tiempos de una sola persona y por eso no se interpreta como una horaria normal.
La verdadera tecnología que nos legaron los clásicos es la observación y tecnología del tiempo nosotros los modernos solo dejaremos artificios.
Un saludo
© 2024 Creado por Jose Luis Carrion Bolumar. Tecnología de
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